El presidente boliviano Evo Morales rechazó este jueves la posibilidad de modificar el trazado de una ruta que cortaría en dos una reserva ecológica, a la que se oponen indígenas amazónicos con una marcha de 603 km desde esa región hacia La Paz, sede del Gobierno.

“No hay otro tramo, ninguna alternativa, es lo único que tenemos”, dijo Morales en rueda de prensa en la ciudad de Cochabamba, donde cuestionó fuertemente la marcha de unas 2.000 personas iniciada hace dos semanas.

“Los hermanos campesinos moxeños, yuracarés quieren que ese camino pase por su puerta (..), los comunarios de allá están muy de acuerdo, los dirigentes nacionales, departamentales rechazan, algunos”, señaló el mandatario, quien se quejó porque los dirigentes de la protesta “no quieren diálogo”.

Morales, que durante su vida sindical encabezó numerosas caminatas de protesta, se quejó porque esta “supuesta marcha cuenta con el apoyo de tantas movilidades (vehículos) de ONGs (..), inclusive apoyo de las Naciones Unidas, y supuesto apoyo de empresarios del sector opositor”.

También consideró inatendible el pedido de los marchistas para “la paralización de todas las actividades hidrocarburíferas en el parque nacional Aguarague” (sur del país, porque), casi el 90% de la explotación pasa por ahí”. “Si paralizaríamos todos los trabajos de hidrocarburos Bolivia, por día, perdería 11 millones de dólares (..), por mes 330 millones de dólares y al año 3.960 millones de dólares, ese es tema innegociable”, manifestó.

La marcha estará estacionada hasta el viernes a unos 400 km de La Paz, donde esperará nuevamente a ministros para negociar su propuesta de 16 pedidos.

A 50 km de San Borja, en el poblado de Yucumo, campesinos del lugar han iniciado el miércoles un corte de rutas para evitar que pasen los marchistas.