Los rebeldes libios lanzaron este martes un ultimátum a los últimos bastiones de Muamar Gadafi, incluyendo Sirte, en el que les da hasta el sábado para rendirse o exponerse a la acción bélica.

El jefe del Consejo Nacional de Transición (CNT) Mustafá Abdeljalil afirmó que había negociaciones en marcha con responsables de esas ciudades, especialmente Sirte, para intentar obtener su rendición sin combates.

“Esta ventana de oportunidad expirará al concluir el Eid el Fitr (las fiestas del fin del ramadán). A partir del sábado, si no hay una salida pacífica a la vista en el terreno, nos impondremos militarmente”, dijo Abdeljalil a la prensa en Bengasi, la “capital” de la insurgencia.

“Privilegiamos todas las iniciativas que permitan llegar a una salida pacífica, aunque todo puede acabar con operaciones militares”, añadió, pero expresó sin embargo el deseo de que “no sea necesario recurrir a la fuerza”.

Según Abdeljalil, este ultimátum se refiere a la ciudad de Syrte, a 360 km al este de Trípoli, a la localidad de Bani Walid, en el sudeste de la capital, y a la región del sur.

El Consejo nacional de transición informa regularmente desde hace varios sobre negociaciones entre los rebeldes y los jefes de tribu para que los rebeldes ingresen pacíficamente en la región natal del coronel Gadafi. Hasta ahora estas negociaciones no han tenido éxito.

Pero el cerco va estrechándose poco a poco en torno a Syrte, localidad costera de 120.000 habitantes. La vanguardia de los rebeldes ha progresado unos 20 km por el este, constató el lunes por la noche un periodista de la AFP.

La situación era tranquila el martes por la mañana en el frente al este de Syrte, donde los rebeldes seguían recibiendo refuerzos, constató el periodista.