El número dos de Cuba, José Ramón Machado, admitió el martes que la burocracia, la inercia y el prejuicio contra el trabajo privado afectan la marcha de la reforma de Raúl Castro, aunque avanza “sin tregua” para dar continuidad al socialismo.

“No podemos sentirnos satisfechos hasta sumar cada trabajador y dirigente administrativo al combate por la eficiencia económica (…) Lo logrado está lejos de las potencialidades existentes”, dijo Machado en el discurso del acto central de la mayor fiesta de la revolución, encabezado por Raúl Castro, en la ciudad de Ciego de Ávila, 450 km al este de La Habana.

Machado advirtió que se debe luchar contra “la indisciplina” laboral, la falta de control de los recursos, “las actitudes burocráticas generadoras de rutina, indolencia o esquematismo y contra procedimientos absurdos que nada tienen que ver con el socialismo”.

“La batalla de hoy tiene un frente decisivo en el combate cotidiano y sin tregua contra nuestros propios errores y deficiencias (…) Hay que romper definitivamente la mentalidad de la inercia, esa que conduce a sentarse a esperar mirando para arriba”, agregó, al reiterar líneas trazadas por Raúl Castro.

Machado precisó que se avanza en la entrega de tierras ociosas en usufructo, aunque aún hay demora de trámites, morosidad en ponerlas a producir, deficiencias en la comercialización, pero “quedan muchas reservas por explotar”.

Agregó que en la “actualización del modelo del socialismo” se deben “dejar atrás prejuicios” que persistieron contra el sector privado, en una economía 90% controlada por el Estado.

“Al pueblo le hablamos claro, puede tener la seguridad de que vamos como se ha dicho, sin prisas pero sin pausas, se trabaja sistemáticamente siguiendo la línea trazada” para “preservar el socialismo”, añadió.

Raúl Castro impulsa unas 300 reformas aprobadas por el VI Congreso del Partido Comunista (PCC) en abril, que incluyen una apertura a los pequeños negocios privados y a la inversión extranjera, autonomía empresarial, y la eliminación de subsidios, para hacer eficiente el agotado modelo centralizado, de corte soviético.

“No estamos poniendo parches ni improvisando, sino buscando soluciones definitivas a viejos problemas”, afirmó Machado.

Raúl Castro presidirá el 1 de agosto la sesión del Parlamento y se espera que dé un discurso en que evalúe la aplicación de sus medidas, sobre todo por no haber pronunciado palabra este martes en la fiesta del 26 de julio.

La celebración, que conmemora el 58° aniversario del asalto al Cuartel Moncada -primera acción armada de la revolución que triunfó en 1959- se realiza en vísperas de que Raúl Castro cumpla cinco años de haber relevado a su hermano Fidel, quien sufrió una crisis de salud justo en pleno acto del 26 de julio de 2006.