Los países cazadores de ballenas, con Japón a la cabeza, rechazaron someter a votación, este jueves, la creación de un santuario para estos cetáceos en el Atlántico sur, haciendo resurgir las tensiones el último día de la sesión anual de la Comisión Ballenera Internacional (CBI).

Los delegados japoneses, seguidos por los islandeses y varios países africanos y caribeños, abandonaron la sala de negociación cuando el presidente propuso que se sometiera a votación esta iniciativa de Argentina y Brasil, constató un periodista de la AFP. No obstante, proseguían las negociaciones a puerta cerrada en la tarde del jueves.

Desde hace varios años, la CBI, que cuenta con 89 miembros, única institución de gestión de los grandes cetáceos, prefiere adoptar las medidas por consenso para tratar de superar las enormes diferencias entre los países protectores de ballenas y los cazadores (Japón, Noruega, Islandia y sus aliados).

Pero Brasil y Argentina reclamaron el jueves, ante la falta de consenso, someter a votación su propuesta de instaurar un santuario que impida la caza comercial en el Atlántico sur, una medida más simbólica que efectiva debido a la moratoria internacional en vigor sobre la caza.

“Pensamos que un voto tendría un efecto bastante negativo en el buen ambiente que hemos logrado crear en esta organización”, declaró durante las discusiones Joji Morishita, comisario adjunto de la delegación japonesa, al tiempo que dijo “comprender la importancia de la propuesta”.

Explicó que las delegaciones de los países cazadores abandonaría la sala para impedir que hubiera el quorum necesario – 45 países- para proceder a la votación.

“No creo que si hubiera una votación, sería el final de la Comisión Ballenera”, dijo por su parte el representante de Brasil, Marcus Paranagua, recordando que esta propuesta de santuario está sobre la mesa desde 2001.