Un partidazo en la central de Wimbledon. Un gran ganador. Porque al cabo de tres horas y 48 minutos, Rafael Nadal (1) derrotó al argentino Juan Martín del Potro por 7-6, 3-6, 7-6 y 6-4 y se ubicó en los cuartos de final del Abierto de Inglaterra, torneo que defiende, 2000 puntos que desea atesorar nuevamente no para aumentar su capital en las unidades que lleva en el ránking sino para que no se le caigan antes de tiempo y le entreguen en bandeja el número 1 del mundo a Novak Djokovic, quien un rato antes había derrotado al francés Michael Llodrá por un triple 6-3.

Del Potro asumió el partido ante el manacorí como lo hace siempre: sin dar ni pedir concesiones, tal cual es su estilo, el mismo que en 2009 y antes de la operación en la muñeca le permitió arribar al cuarto lugar del ránking mundial y todo ello empujado por su gran victoria en el Us Open ante Roger Federer en la final.

Pero enfrente estaba Rafael Nadal. Aún con problemas en su pié izquierdo (entre la planta y el tobillo) los que obligaron al ingreso de los auxiliares cuando estaba por comenzar el tie break. Los médicos le dieron el pase y se llevó justamente ese parcial por una doble falta que cometió el trasandino. Palo y palo, defensa contra ataque, defensa que se tornaba contragolpe sobre el revés del jugador de Tandil, ataque sobre el revés a dos manos del español. Furia en ambos, decisión y personalidad. La que le permitió a Del Potro llevarse el segundo set. Sus servicios y una derecha cruzada que castigó el lado derecho de Nadal (su revés a dos manos) le dieron el segundo set, con un 6-3 que igualaba el match y que además indicaba el primer parcial perdido por Nadal en el certamen. Todo un símbolo de la potencia y la personalidad de Juan Martín del Potro.

Nadal apretó con mayor justeza las devoluciones sobre el servicio de del Potro, siempre y cuando la Torre de Tandil no colocara un ace (ubicó 11 en total en el partido).

Llegaron a la igualdad en ese tercer set que podría haberse inclinado para cualquiera de los dos. Pero en forma similar al primer parcial, la inteligencia de Nadal para no ceder pelotas en momentos claves de los partidos le dieron la chance de llevarse el 2-1.

Oscurecía sobre Londres y del Potro habló con el árbitro de silla para posponer el match que ya se acercaba a las tres horas y al anochecer de la capital inglesa. Consultó el umpíre al director del certamen y este dio el vamos para la continuidad del partido. Se lanzaron al césped para terminar en el caso de Nadal y para intentar llevarlo al quinto y definitivo set del Potro.

Pero Nadal fue más firme en el juego. Tanto que le quebró el servicio a Del Potro en el quinto game y desde allí con disparos cruzados aprovechando que el argentino daba claras muestras de agotamiento e incomodidad ante esos tiros precisos de Nadal.

Acompañado por un alto porcentaje de efectividad, 78%, de puntos ganados con el saque, 13 aces y 60 winners, Rafael Nadal arribó nuevamente a los cuartos de final de un torneo del Gran Slam, en este caso el tercero del año.

Con este palmarés enfrentará al norteamericano Mardy Fish (10) quien ganó en su match de octavos de final al finalista del año anterior, el checo Tomás Berdych 76 64 y 64. Rafa se hará revisar mañana su tobillo izquierdo y no descartó en la fase previa de su declaración un retiro del certamen si es que el dolor que lo complica en el hueso de ese sector no le permite jugar con normalidad en una superficie, el césped, que para la segunda semana ya da muestras de estar desgastado y complica en los desplazamientos laterales.

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