El gobierno alemán volvió a abogar este sábado por una participación “sustancial” de bancos, aseguradoras y fondos de pensiones en el nuevo paquete de ayuda a Grecia, tras haber suavizado su postura al respecto la víspera.

“Y ahora, permitannos intentar lograr una contribución sustancial” de los acreedores privados en base a una participación voluntaria en la ayuda a Atenas, declaró la canciller alemana Angela Merkel ante 140 delegados de las Uniones Cristiano-Demócratas, a las que ella pertenece, reunidas en Berlín.

También el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schauble, insistió en este aspecto. La contribución de bancos, aseguradoras y fondos de inversiones debe ser “sustancial”, “cuantificable” y “segura”, afirmó en una entrevista publicada el sábado en la edición internet del diario alemán Börsenzeitung.

Alemania, que desde hacía semanas insistía para implicar profundamente a los acreedores privados en el paquete de ayuda a Grecia, pareció haber aceptado el viernes la postura de Francia y el Banco Central Europeo (BCE).

La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, pactaron un acuerdo para buscar una solución “rápida” a la crisis de la deuda griega, con la participación voluntaria de los acreedores privados.

“Queremos que el sector privado participe sobre una base voluntaria. Quiero insistir en esto, no hay ninguna base legal para una participación obligatoria”, anunció Sarkozy en una rueda de prensa con Merkel en Berlín.

Hasta ahora, este había sido el principal escollo entre Alemania, de un lado, y el BCE y Francia del otro para conceder una segunda ayuda a Grecia, después del crédito de 110.000 millones de euros acordado hace un año por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

El BCE y Francia buscaban una solución para Grecia al estilo de la denominada “iniciativa de Viena”, por la que durante la crisis financiera mundial de 2008, los bancos europeos muy expuestos en Europa del este se comprometieron a ampliar los plazos para los países en dificultades. Esto supuso que volvían a comprar un número de títulos equivalentes a los que les reembolsaban al vencer el plazo.

En el caso de Grecia, la idea consistiría en que los acreedores privados del país aceptasen, de forma voluntaria, reanudar sus créditos a Atenas cuando éstos lleguen a vencimiento.

Pero el acuerdo entre Merkel y Sarkozy no fue recibido con los brazos abiertos en Alemania.

La cámara baja del parlamento alemán, la Bundestag, “decidió claramente que los acreedores privados debían contribuir”, explicó el sábado el experto financiero de los liberales -socio minoritario de la coalición gubernamental- Frank Schafler, al diario Frankfurter Rundschau.

Bancos, compañías de seguros y fondos de pensiones invirtieron en la deuda griega, que prometía ganancias sustanciales gracias a una elevada tasa de interés, y ahora es “inevitable” que asuman este riesgo, ya había advertido Schauble la semana pasada.

Los ministros europeos de Finanzas se reúnen el domingo y el lunes en Luxemburgo para discutir el contenido y las condiciones del nuevo programa para Grecia, con el objetivo de tomar decisiones en la próxima reunión del Eurogrupo el 11 de julio.