Estados Unidos ordenó la noche del lunes que los familiares de funcionarios del Departamento de Estado y algunos miembros del personal no imprescindible abandonen Siria, citando la “incertidumbre y la volatilidad” de la represión a los manifestantes.

La orden de partida del Departamento de Estado, junto con una advertencia de viaje a los ciudadanos de Estados Unidos para que salgan de Siria, siguió a otro día de violentos ataques contra los manifestantes de parte de las fuerzas de seguridad sirias.

“El Departamento de Estado ha ordenado a todos los familiares de empleados del gobierno de Estados Unidos que califiquen así como al personal que no es de emergencia a abandonar Siria”, señaló el Departamento en un comunicado.

“Las operaciones en la embajada continuarán dentro de lo posible bajo las limitaciones de una situación de seguridad en evolución”, agregó.

“Dada la incertidumbre y la volatilidad de la actual situación, los ciudadanos estadounidenses en Siria son aconsejados de limitar sus viajes no esenciales dentro del país”, afirmó.

Unas 390 personas han muerto en represiones de las fuerzas de seguridad desde que comenzaron las protestas, según activistas de derechos humanos y declaraciones de testigos.