Los socorristas japoneses encontraron el domingo a una abuela y su nieto bajo los escombros de una casa donde permanecieron bloqueados 9 días, tras el sismo que devastó el nordeste de Japón, anunció la policía.
Sumi Abe, de 80 años, y Jin Abe, de 16, tuvieron la suerte de encontrarse en la cocina cuando la casa se derrumbó el 11 de marzo.
Sobrevivieron comiendo todo lo que tenían en la nevera, sobre todo yogures.
“Mientras buscaban supervivientes, los policías oyeron una voz que pedía auxilio desde una casa en ruinas”, afirmó un portavoz policial de Ishinomaki, una de las ciudades más afectadas por la catástrofe.
“Entonces vieron a un niño luchar por salir del tejado derrumbado”, añadió.
Sumi y Jin Abe, “en leve estado de hipotermia”, fueron trasladados en helicóptero a un hospital.
“¿Están heridos?”, preguntó un periodista de la televisión.
“No”, respondió la anciana ante las cámaras, antes de ser transportada en camilla hasta un helicóptero.
Su nieto explicó que se habían quedado “bloqueados” cuando la casa se desplomó por la potencia del sismo de magnitud 9, el peor registrado en Japón.
Este rescate infundió un poco de esperanza a los socorristas, que ya no contaban con encontrar supervivientes.
La catástrofe del 11 de marzo causó 8.133 muertos y 12.272 desaparecidos, según un último balance de la policía divulgado el domingo.