El gobierno japonés hizo este domingo un llamado a la calma ante los temores de una parte de la población del país a que las lluvias previstas este domingo puedan ser radioactivas.
“Un cierto número de personas” en la capital y en el norte de Japón han llamado a las autoridades para saber si las precipitaciones previstas para última hora del día en la región de Tokio podrían estar contaminadas.
“Los niveles actuales no indican ningún riesgo para la salud”, aseguró el jefe adjunto del gabinete del primer ministro, Tetsuro Fukuyama, al canal de la televisión pública NHK.
“No se inquieten. Si se preocupan, utilicen un paraguas. Y si se mojan, séquense”, recomendó Fukuyama.
La agencia meteorológica anunció precipitaciones de tres a cinco litros por metro cuadrado alrededor de la central nuclear de Fukushima, gravemente accidentada tras el sismo y el tsunami del 11 de marzo.
También se ha previsto que llueva por la noche en Tokio, situada a 250 kilómetros al sureste de la central.
Se han encontrado elementos radioactivos en leche procedente de la provincia de Fukushima y en espinacas cultivadas en la provincia de Ibaraki, ubicada entre Fukushima y Tokio.
También se detectaron elementos contaminantes en el agua corriente suministrada en la capital.
Los niveles detectados, por debajo de los límites legales autorizados, no son peligrosos para la salud, según el gobierno.
Sin embargo, las cantidades en yodo radioactivo 131 superaron puntualmente los límites legales en el agua corriente de una localidad de la provincia de Fukushima, a 45 km de la central. El nivel bajó al día siguiente muy por debajo de la norma, según los estudios realizados.
También se detectaron yodo radioactivo y cesio en el agua corriente suministrada al norte de la provincia de Ibaraki, informó el domingo la agencia Kyodo.