Al menos 640 personas murieron en Libia desde el inicio de las protestas contra el régimen de Muamar Kadhafi, según datos anunciados este miércoles en París por la Federación Internacional de Derechos Humanos que representan más del doble del balance oficial de 300 muertos.

En Trípoli murieron 275 personas y 230 en Benghazi, segunda ciudad del país, ubicada a 1.000 km al este de la capital, precisó a la AFP Souhayr Belhassen, presidenta de la FIDH.

El balance de Trípoli se basa en “fuentes militares” y para Benghazi -bastión de la oposición- y otras ciudades, se apoya en recuentos de la Liga Libia de Derechos Humanos, puntualizó Belhassen.

El balance no toma en cuenta eventuales víctimas en la ciudad de Tobruk, en el extremo oriental de Libia, sobre la cual la FIDH no tiene informaciones, aclaró la misma responsable.

Puntualizó que de los 230 muertos contabilizados en Benghazi, “130 son militares que fueron ejecutados por sus propios oficiales porque no quisieron disparar contra la multitud” de manifestantes.

Las autoridades libias anunciaron el martes un balance de 300 muertos desde el 15 de febrero, cuando comenzó el levantamiento popular, entre éstos 111 militares.