El escocés Andy Murray se instaló esta mañana en la final del Abierto de Australia al vencer esta mañana al español David Ferrer por 4-6, 7-6, 6-1 y 7-6.

Partido parejo en el set inicial, en el que Ferrer hizo la diferencia con dos quiebres consecutivos para quedarse con la primera manga. Luego, el birtánico batalló más de lo esperado, ya que no sacaba partido de los rompimientos que conseguía, salvo en el tercer capítulo, cuando apareció su mejor juego, junto al desgaste físico del hispano.

Con este resultado, Murray repite lo conseguido el 2010, cuando enfrentó en el partido decisivo del certamen al suizo Roger Federer y aguardará este domingo al serbio Novak Djokovic para dirimir al ganador del primer Grand Slam del año.