El papa Benedicto XVI pidió a los cristianos que “abandonen el escándalo de sus divisiones”, el domingo durante la oración del Ángelus en el Vaticano.
“Cada división de la Iglesia es una ofensa a Dios”, dijo el Papa desde el balcón de sus apartamentos en la plaza San Pedro, en esta semana de oración por la unidad de los cristianos.
Benedicto XVI volvió a recordar por otra parte las dificultades de los cristianos en Medio Oriente: “Conocemos las duras pruebas que deben afrontar nuestros hermanos y hermanas de Tierra Santa y Medio Oriente” a veces “pagando el precio de su vida”, afirmó.
Dos sangrientos atentados golpearon recientemente a las comunidades cristianas de esas regiones: el 31 de octubre, contra una iglesia en Bagdad (44 fieles y dos sacerdotes muertos) y la noche del 31 de diciembre contra una iglesia copta en Alejandría (norte de Egipto), que dejó 21 muertos.