Último día del año en Buenos Aires. Cae la tarde y la 9 de Julio se llena de martillazos, ya que los ajustes finales del escenario del Dakar se confunden con el desmonte de la meta de la Corrida San Silvestre ante una ciudad que dejó todo de lado muy temprano con el fin de celebrar la llegada de 2011, ya sea en la ciudad o en algunos de los balnearios cercanos.

Pero antes, se debía pasar una jornada tranquila en La Rural: los equipos de punta presentaban sus vehículos y todo hacía indicar que sería una rápida pasada antes de la competencia.

Y lo era, mientras desfilaban Carlos Sainz, Marc Coma, Peterhansel, Cyril Despres, hasta que llegó el turno de Aprilia. La ausencia de una placa identificatoria en los motores de las motos los obligaba a volver a pasar por las revisiones.

Preocupación que mutó en alivio cuando los jueces visaron las 13 máquinas y pudieron incorporarse al parque cerrado que alberga a las 430 máquinas participantes en la prueba, dejando paso al tiempo del descanso y la recuperación de energías.

Energías que le sacó al público Robby Gordon. Conocedor como pocos del espectáculo tuerca saludó al público parado sobre su Hummer (al igual que Eliseo Salazar luego), para después el estadounidense procediera a acelerar a fondo para saltar la rampa que recibía a cada uno de los participantes.

Y muchas de las energías y las ganas de recorrer la capital fueron a dar al centro bonaerense, que sorprendió a muchos cerrando sus puertas, incluyendo malls, locales de comida rápida y casas de cambio, lo que descolocó a algunos de los visitantes (brasileños, estadounidenses y varios de los que pululaban por el bivouac de Palermo).

Campeó el comercio ambulante en las peatonales de Florida y Lavalle, aunque llama la atención la cantidad de basura existente en las calles, lo que contrasta con la amabilidad de la gente y el encanto que posee la urbe.

Toca compartir con los compañeros de ruta la cena de Año Nuevo, con quienes ya comenzamos a formar una familia, aunque en el fondo de nuestros pensamientos extrañamos a quienes nos añoran en casa y los abrazamos desde el cariño que forja la distancia.

Será un ratito de relajo, para encontrarnos mañana junto al Obelisco con aquello de “Todo preparado. Arranca en Buenos Aires el mejor rally. Es el Rally Dakar 2011”.

Saludos a todos y ¡¡Feliz Año!!