Hace 10 años, Chile realizó el cambio desde un sistema judicial escrito -lento e ineficiente- a uno oral más expedito, transparente y con mayores garantías de imparcialidad gracias a la publicidad de los juicios.

Imagen: BSK (SXC)

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Pero aunque muchos reconocen que la reforma procesal penal fue una revolución, tras una década de funcionamiento comienzan a surgir voces que piden mejoras al sistema, sobre todo en la necesidad de consagrar la defensa de las víctimas, así como la percepción ciudadana de que los delincuentes tienen demasiadas garantías.

Todo ello, en el marco de una crisis carcelaria que evidencia como tras la reforma hay, efectivamente, más criminales condenados, pero sin tener dónde ponerlos.

Asuntos Pendientes conversó sobre este tema con Patricio Souza, juez de garantía de Santiago y director de la Asociación Nacional de Magistrados; y con Ana María Morales, abogada jefa del área justicia y reinserción de la Fundación Paz Ciudadana.

La entrevista es de Tomás Mosciatti y Margarita Hantke.

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