Colegas Periodistas:
Bien sabido es por todos que la “clase política” nacional, de cualquier color o extremo, dirige día a día sus pasos hacia una franca y patética decadencia, coronada por epítetos soeces y trifulcas bizantinas entre los propios honorables; además de una absoluta pobreza lingüística o de algún conocimiento cultural por lo menos vago respecto de ciertas materias de interés público.
Y quiero referirme en particular a lo vivido el pasado sábado 11 de diciembre en el programa El Tablón, transmitido a eso de las 14 horas por Canal 9 Regional.
En la ocasión se encontraba el Concejo Municipal penquista casi plenamente conformado y a pantalla completa, discutiendo sobre diversos temas, entre ellos lo referente a las tristemente célebres tulipas del centro de Concepción.
Escequiel Riquelme | Concepcion.cl
En el desarrollo de la conversación, surgió el tema de las dificultades que generan los trabajos en el paseo peatonal Barros Arana para el normal desplazamiento de personas con algún tipo de discapacidad, como por ejemplo, los ciegos. Es en ese instante cuando el concejal “independiente” Escequiel Riquelme, irrumpe con una frase definitivamente desafortunada, por decirlo de forma caballerosa: “Pero si los ciegos ven mejor que uno”.
Lo terrible es que el desatino no concluyó ahí, ya que luego de algunos entredichos con su par Álvaro Ortiz, quien intentó explicarle al concejal Riquelme el grave error de su comentario, este volvió al tema de los discapacitados, refiriéndose ahora a estas personas como “minusválidos”.
Lo cierto es que, tanto como periodista así como en mi condición de ciego, me surgen algunas interrogantes que quisiera plantear a modo de cuestionamiento, sobre todo para quienes son capaces de ver la realidad con ojo crítico y criterioso, entendiendo de paso que los dichos de este señor son una mayúscula falta de respeto, más aún si consideramos que fueron pronunciados a través de un medio de comunicación masivo como es la TV.
¿Sabrá este señor Escequiel Riquelme lo terriblemente complejo que resulta hoy moverse por el centro penquista, incluso para personas comunes y corrientes? ¿Tendrá este paupérrimo representante de la política local un mínimo sentido común, o por lo menos un pequeño rastro de criterio para con sus futuros juicios de valor respecto de un grupo de personas?
Y por último ¿Sabrá el concejal Exequiel Riquelme que la palabra minusválido es un término compuesto de origen griego, ofensivo y denostante, cuyo significado es “persona con menor valor”?
Francamente este es un caso especial, donde queda una vez más en evidencia la ignorancia y el nulo tino de nuestras “flamantes autoridades políticas” a la hora de abordar diversas temáticas. El hecho es que hoy cualquiera es diputado, senador o lo que sea, cualquier pánfilo tiene tras de si a un séquito de incautos, los que están dispuestos a jugarse su triste vida por conseguirle un escaño al nunca bien ponderado, sin medir las consecuencias que ello podría generar a futuro.
Ahh, y una humilde sugerencia para el señor Escequiel Riquelme… “no sé cuanta gente confió en usted y lo mal premió con su voto, pero en honor y respeto por lo menos a ese reducido grupo de vecinos, lea e infórmese un poco más sobre los graves problemas cotidianos que vive un sector no menor de la comunidad, a esa que usted dice representar tan fielmente desde hace un tiempo, no gracias a mi apoyo en todo caso”…
(Y todavía preguntan por qué a los jóvenes no les interesa la política) qué respuesta más evidente.
Daniel López Pérez
Periodista Universidad de Concepción 2008
