Asociaciones de funcionarios de Gendarmería atribuyeron a las extenuantes jornadas de trabajo, los bajos sueldos y el constante roce con los reos, las irregularidades detectadas en las cárceles.

No es un problema nuevo, pero fue uno de los que más llama la atención de los descubiertos recientemente, con el incendio de la cárcel de San Miguel: las irregularidades detectadas en las cárceles chilenas, protagonizadas por gendarmes.

A los 5 miembros de Gendarmería recientemente desvinculados de la institución, se los acusa de participar de redes de corrupción para ingresar diversos productos y hasta trasladar reos de un penal a otro, con el correspondiente pago en dinero.

En este escenario, el presidente de la Asociación Nacional de Funcionarios Penitenciarios -ANFUP- Pedro Hernández, destacó que los bajos sueldos y las jornadas extenuantes han sido constantemente denunciadas por la institución, pero además, dijo que la Gendarmería carece de capacitaciones constantes para sus trabajadores.

Hernández dijo, eso sí, que ninguna institución está libre de tener casos de corrupción, que en el caso de Gendarmería serían aislados.

Hernández criticó el manejo que se ha dado a los gendarmes que -a su juicio- ha quedado como una institución corrupta, sin embargo, no lo es. Asimismo aseguró que las autoridades -el ministro de Justicia y el director de Gendarmería- se blindan mutuamente y no asumen sus responsabilidades.

Un argumento con el que coincidió el presidente de la Asociación de Oficiales Penitenciarios, ANOP, José Maldonado, quien dijo que los gendarmes comparten con los reos grandes cantidades de horas lo que los lleva a cumplir las mismas condenas quienes están a sus cuidados.

En este punto, Maldonado dijo que a esta exposición, se suman los bajos sueldos de los funcionarios.

Si bien ambos dirigentes coincideron en problemáticas que afectan a los miembros de Gendarmería, aseguran que no se trata de una institución que se caracterice por ser corrupta y la mayoría de sus miembros tienen una importante vocación.