El jefe de la Policía de Ecuador, general Patricio Franco, expresó disculpas públicas tras las rebelión de uniformados del 30 de septiembre, que fue calificada de intento de golpe de Estado por el presidente Rafael Correa y la OEA.

El general presentó “sentidas disculpas al pueblo ecuatoriano y al presidente constitucional de la República por los lamentables hechos” que fueron “protagonizados por un grupo de policías”, según declaraciones divulgadas el lunes por los medios de comunicación.

El comandante añadió que se tomarán “acciones internas” para sancionar a los responsables de la sublevación, durante la cual Correa fue agredido por manifestantes y luego retenido por varias horas en un hospital de Quito, siendo rescatado un operativo militar que se dio en medio de un cruce de balas.

Asimismo se comprometió con la ciudadanía a continuar con la “transformación” de la Policía (de 42.000 miembros) y a “trabajar incansablemente buscando en todo momento hacernos merecedores de su confianza”.

El domingo, el ministro de Interior, Gustavo Jalkh, anunció que algunos policías serían destituidos mientras que el jueves la justicia ordenó el arresto temporal de 14 uniformados, entre ellos un coronel que era el jefe de la escolta legislativa.

Según Correa, unos 1.000 agentes participaron en la insubordinación en rechazo a una ley que eliminó bonificaciones para la fuerza pública, la cual dejó diez muertos y 274 heridos.

En medio de la rebelión, el mandatario denunció que había sido secuestrado y que había un intento de golpe de Estado y de asesinato en su contra.

El sábado, Correa dijo que el mando policial está siendo sometido a una reestructuración.