Las organizaciones sociales de Espinar, región de Cusco (sureste), acordaron dar una tregua de 48 horas a las protestas que mantienen hace 12 días contra el proyecto de irrigación en el sur del país, para instalar una mesa de diálogo con el gobierno, informaron los dirigentes a la prensa.
Las violentas protestas provocaron el viernes que un grupo de estudiantes durante una marcha en el Cusco intentara tomar el aeropuerto, lo que obligó al cierre de dicho lugar y a la suspensión de los vuelos. Unos 300 turistas se quedaron sin poder viajar.
Este sábado se han restablecido los vuelos a Cusco y de Cusco a Lima, informaron autoridades del aeropuerto.
“La tregua es por sábado y domingo para instalar la mesa de diálogo con la comisión de alto nivel, ese fue el acuerdo de toda la población de Espinar”, dijo este sábado a la prensa Néstor Cuti, presidente del Frente de Defensa de Espinar a la prensa.
Indicó que ahora la comisión de alto nivel, presidida por el ministro de la Producción, Jorge Villasante, “tiene todas las garantías para venir a Espinar para darnos una solución a nuestra demanda”.
Por su parte, el alcalde de Espinar, Eloy Chancayauri, dijo que la tregua es para las protestas pero para la huelga continúa ya que todas los comercios están cerrados.
La población de Espinar está en contra de la construcción de la represa del proyecto Majes-Sihuas II que -según aseguran- los dejará sin agua para darle a la región de Arequipa, además porque consideran que el proceso fue irregular al no tomar en consideración estudios de impacto ambiental.
El presidente de la Comisión de Alto Nivel, Jorge Villasante, pidió el viernes “que levanten las medidas de fuerza”, con lo que “se estará en condiciones de tender los puentes para comenzar a trabajar de forma inmediata”.
Las huelga y protestas de los campesinos de Espinar (200 km al sur de Cusco) derivó el jueves último en choques entre pobladores y la policía antimotines que dejaron un manifestante muerto y 43 heridos (17 civiles y 26 policías).
El Gobierno del presidente Alan García decretó el 12 de este mes el estado de emergencia y autorizó la intervención de las Fuerzas Armadas en apoyo a la Policía para hacer frente a eventuales acciones violentas.
