El largometraje ’31 de abril’, del director chileno Víctor Cubillos, debutó en el último Festival de Cine Independiente de Buenos Aires (Bafici 2010) y ahora es parte de la Competencia de Cine Chileno de la sexta versión del Festival Internacional de Cine de Santiago (Sanfic) 2010.

“La idea es mezclar el género del documental con la ficción. Así, es el propio espectador quien deberá resolver cuando está viendo algo real o algo actuado. Pienso que un trabajo como éste se presenta como una novedad y un desafío para el asistente al cine”. Con esta breve descripción el cineasta Víctor Cubillos explica la etiqueta de ‘falso documental’ con la que exhibe ’31 de abril’, en el Festival Internacional de Cine de Santiago (Sanfic), evento en el que se mostrará los días 18 y 22 de agosto.

La creación corresponde a un experimento pocas veces visto en Chile y es la opera prima de Cubillos, quien realizó un Magíster de Estudios de Cine en la Universidad Libre de Berlín. Fue ahí donde se le ocurrió unir los ‘home video’ familiares que grabó desde los 13 años con filmaciones actuales y donde los actores son sus propios familiares y amigos. ¿El resultado? Un relato ácido donde el público debe estar muy atento.

La cinta tiene como protagonista a Cristián (hermano menor del director), un adolescente de 17 años que decide hacer un documental sobre cómo la trágica muerte de su hermano mayor en Berlín impactó a su círculo más cercano (familia y amigos). Se trata, según Cubillos, de “un diario filmado, un retrato antropológico, un homenaje a los seres queridos: ’31 de abril’ es una película sobre las influencias, el error, las relaciones humanas y el recuerdo de una vida común y sorprendente a la vez”.