62 partidos después se conoce lo que todos apostamos, pronosticamos o ansiamos de este Mundial: el partido decisivo. Un juego del que saldrá el campeón y que tiene a 2 de los buenos exponentes que ha tenido la Copa del Mundo.
Holanda apeló a su equilibrio para superar a un Uruguay que venía desgastado tras los 120 minutos y la serie de penales ante Ghana, que dejó 4 heridos en el camino. La zaga tuvo en Mathijsen y Heitinga a una sólida dupla de centrales, que permitía la subida de los laterales, que en el caso de Van Bronckhorst permitió la apertura de la cuenta con un remate espectacular desde fuera del área.
Van Bommel fue la bisagra del cuadro de Van Maarwijk. Criterioso para quitar y para hacer jugar a los suyos, que tuvieron las mejores versiones mundialistas de Robben, Sneijder, Kuyt y Van Persie, que dieron las estocadas en el momento justo: cuando Uruguay completaba bien la faena en el fondo durante el primer tiempo y en el instante en que la “Celeste” debía hacer las variantes para cambiar el destino del juego.
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España, por su parte, entregó una exhibición ante una desconocida Alemania, que no pudo contrarrestar la entrada de Pedro, que tuvo la sentencia del partido en sus pies para cerrar un partido soñado. El delantero del Barcelona, al cambiar permanentemente de banda, obligaba a Khedira o Schweinsteiger a bajar para cuidar esa banda del campo y ayudar a Lahm o Boateng, dependiendo del sector. Aquello acercaba a los hispanos a la zona contraria y quitar la pelota, lo que hizo desaparecer a Podolski y Özil, lo que sumado a la ausencia de Mueller fue un panorama complicado de superar para los dirigidos por Joachim Low.
Los de Del Bosque perdonaron en demasía. Pudieron sentenciar el partido en el comienzo del segundo tiempo, cuando tuvieron 4 ó 5 oportunidades de marcar. Sólo una jugada de la pizarra del Barca de Josep Guardiola le permitió hacer diferencias: el gol de Carles Puyol que recordó un tanto marcado por los blaugranas al Real Madrid.
Ya están los protagonistas, resta esperar una final digna de 2 selecciones que han apostado al ataque en esta Copa del Mundo, que merece un cierre de alto vuelto, para coronar una gran recta final del certamen.
