Más de medio millar de indígenas de la Amazonia de Bolivia cumplieron este martes ocho días de una caminata que pretende cubrir 1.450 km hasta La Paz, con demandas sectoriales al presidente Evo Morales, quien acusa a Estados Unidos de promoverla.

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Imagen: Wikimedia Commons

“Vamos a continuar con la marcha”, dijo el dirigente de los indígenas amazónicos, Adolfo Chávez, este martes a periodistas locales, revelando que rechazaron un reciente pedido del poder Ejecutivo de dialogar para poner fin a la caminata.

Los aborígenes exigen al gobierno de Morales recursos económicos para el funcionamiento de sus gobiernos autónomos, una nueva delimitación de sus territorios y -petición más reciente- expropiar todas las tierras privadas que pudieran hallarse en sus predios.

Unos 20 pueblos indígenas (como movimas, tacanas, lecos y moxeños) de los 36 que hay en Bolivia forman parte de la protesta, aunque los más numerosos, como los aymaras, quechuas y guaraníes, están al margen.

Los indígenas de la Amazonía salieron de Trinidad, capital del departamento de Beni (noreste), el lunes de la semana pasada rumbo a Santa Cruz (este), un trecho de 550 km que pretenden cubrir en dos a tres semanas más.

Luego continuarían hasta La Paz, otra ruta de 900 km, lo que les demandará más de un mes.

Entre los marchistas hay niños, hijos de los caminantes, aunque se desconoce su número.

El gobierno del izquierdista Morales dijo que la agencia de cooperación Usaid u ONG de derecha ligadas a ella están financiando la marcha de los indígenas amazónicos, quienes fueron hasta ahora estrechos aliados del oficialismo.

Estados Unidos guarda silencio sobre las acusaciones.