El presidente ecuatoriano cerró este viernes con un “hasta la victoria siempre” la cumbre del ALBA en Otavalo, tras lo cual se leyó la declaración final, firmada por representantes de los 8 países miembros, incluyendo a Hugo Chávez y Evo Morales.

Imagen: Radio Nacional de Venezuela

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El texto ratificó la declaración de ONU sobre los derechos de los pueblos indígenas, el compromiso contra el racismo y con “una sociedad ambientalmente responsable que proteja a la madre tierra”.

La 10ª cumbre de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA) reunió jueves y viernes en la ciudad ecuatoriana de Otavalo (60 km al norte de Quito) a autoridades indígenas y negras, que debatieron planes sobre integración, reconocimiento de su cultura y gestión de recursos naturales.

En la cita participaron los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, Bolivia, Evo Morales, y Ecuador, Rafael Correa, así como delegados de los otros países miembros del ALBA: Cuba, Nicaragua, Antigua y Barbuda, Dominica, y San Vicente y las Granadinas.

Los principales puntos de la Declaración de Otavalo son:

- El ALBA reitera su compromiso de avanzar en la construcción de sociedades incluyentes, culturalmente diversas y ambientalmente responsables, que excluyan la explotación del ser humano.

- Reconoce al Estado plurinacional como se ha dado en los procesos constituyentes de Ecuador y Bolivia como expresión de unidad en la diversidad.

- Ratifica el compromiso con la Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y la Declaración y el Programa de Acción de Durban contra el racismo, la xenofobia y la intolerancia.

- Confirma el compromiso de hacer realidad el Tratado de Comercio de los Pueblos (TCP) y la construcción de un modelo alternativo de soberanía económica expresado en una nueva arquitectura financiera con mecanismos como el Banco y Fondo del ALBA.

- Promueve una Declaración Universal de los Derechos de la Madre Tierra en el marco de Naciones Unidas para que la vida en plenitud sea escenario de armonía con la naturaleza y profundice la equidad y la autonomía.

- LLama a respetar a la Madre Tierra respaldando iniciativas como la del Yasuní-ITT propuesta por Ecuador, que se fundamenta en un mecanismo de compensación económica por contaminación evitada.

- Expresa que el manejo, administración y aprovechamiento de los recursos naturales no renovables corresponde al Estado, que garantizará la participación social y la distribución justa y equitativa de los beneficios.

- Apoya la revalorización de la práctica ancestral del masticado de la hoja de coca y la eliminación de su prohibición en los instrumentos internacionales.