Aparentemente, el hombre habría muerto aplastado, y después de 3 días se descubrió su cuerpo.

Sandro Saez Nahuelán de 35 años era de Cañete, y llegó a Santiago hace unos años en búsqueda de mejores perspectivas laborales y económicas.

Había trabajado por un tiempo como garzón, y por estos días era el acomodador de vehículos de una línea de taxis colectivos en Puente Alto.

Sin embargo, sus conocidos y compañeros de trabajo hace 3 días que no lo veían y no sabían nada de él, hasta que supieron que estaba durmiendo por las noches a la intemperie, en las ruinas del regimiento militar Alto Montaña, ubicado en el sector de las calles Eyzaguirre con Nemesio Vicuña.

Allí maquinaria pesada estaba demoliendo y retirando escombros, y para sorpresa de Santiago Acevedo, uno de los pocos amigos de Saez, en el lugar lo encuentró muerto.

Hasta el sector, llegó una hermana de la víctima fatal, Carmén Saez, quien expresó su impotencia de saber que su hermano pudo haber estado dormido y sin que nadie de los trabajadores advirtiera su presencia.

El terreno donde estaba el ahora ex regimiento militar fue vendido a un particular, el que no habría contado la autorización correspondiente para la demolición, según dio cuenta el capitán de bomberos Sergio Morales.

Personal de la Brigada de Homicidios de la PDI que examinó el cadaver descartó la intervención de terceras personas, y estableció que Saéz murió a causa de multilpes fracturas atribuibles a un aplastamiento por derrumbe.

La data de muerte se fijó en 3 días, es decir, después de 72 horas cercanos a la víctima se percataron de la ausencia de el hombre, y que en el lugar donde pernoctaba había fallecido.