Una singular historia se registró la semana pasada gracias a Facebook, luego de que una estadounidense encontrara a sus hijos, secuestrados hace 15 años, a través de la red social de más de 400 millones de usuarios. Sin embargo, esta historia no tuvo un final feliz.

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La madre, proveniente de Carolina del Sur y de quien se desconoce el nombre, perdió a sus hijos de entonces 2 y 3 años en 1995 luego de que su ex marido los secuestrara sin previo aviso y la dejara absolutamente incomunicada con ellos.

Desesperanzada, la mujer luchó desde entonces por tener alguna noticia de sus hijos hasta que, finalmente, en marzo pasado encontró a su hija por medio de Facebook y comenzaron a hablar. Pero, antes de lo esperado, la adolescente perdió interés en mantener el contacto.

Según relató Cnet, la hija no tenía intenciones de comenzar una relación con la mujer y fue categórica al asegurarle a su madre que “(ahora) Tenemos una vida feliz. Déjanos solos”. Incluso, para dar vuelta la hoja, la joven cerró su perfil de Facebook para evitar cualquier tipo de contacto.

Cuando se vio de manos atadas, la madre acudió a los órganos estatales y se puso en contacto con Kurt Rowley, Subsecretario de Justicia del distrito de San Bernardino, para dar con el paradero de sus hijos quienes luego fueron localizados en el estado de Florida.

Una vez allí, los policías arrestaron al padre de los adolescentes por cargos de doble secuestro y violación de órdenes de custodia de los hijos por el hecho cometido en 1995. Los menores fueron vigilados en un primer momento por el Departamento de Niños y Familia de Florida y luego pasaron a estar bajo responsabilidad de su madre.

Pero ¿habrá sido la mejor idea seguir la huella de sus hijos por Facebook 15 años después? pese a esta historia de reencuentro, desde entonces la madre no ha podido establecer una verdadera relación con sus hijos ya que ellos prácticamente no la conocen, aseguraron fuentes cercanas al caso.

A esto se sumó la rabia que los adolescentes sienten por haberlos alejado de un día para otro de su padre, quien cuidó de ellos todos estos años, algo que la madre desesperada por recuperar a sus pequeños no pudo predecir con anterioridad.