La directiva del Partido Socialista negó que la auditoría encargada a una empesa externa busque detectar posibles irregularidades en las finanzas de la colectividad.
Su tesorero, Juan Valdés, aseveró que se trata de un trámite normal para que la nueva dirección que asumió en enero conozca el estado financiero con que recibió el mando.
El dirigente reconoció que hay una importante deuda por la pasada campaña electoral, pero afirmó que no se está cuestionando la probidad de la mesa que encabezó el senador Camilo Escalona.
La deuda del Partido Socialista por la campaña parlamentaria se eleva a los 620 millones de pesos, pero -según su secretario general, el diputado Manuel Monsalve- ya fue renegociada a través de un banco.
El parlamentario explicó que se pagará en 60 cuotas de entre 11 y 12 millones de pesos cada una, dejando la sede de la colectividad en garantía y descartó cualquier irregularidad.
Los dirigentes del Partido Socialista descartaron que la deuda por la campaña parlamentaria ponga en riesgo el patrimonio de la colectividad, que alcanza los 6 mil millones de pesos y es administrado por una comisión independiente de la directiva de turno.