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Los líderes de 47 países reunidos en Washington acordaron el martes poner bajo control todo su material nuclear en cuatro años para evitar que caiga en manos terroristas, respondiendo a un pedido del presidente Barack Obama, en una cumbre sobre seguridad nuclear en la que Irán también fue protagonista.

Los asistentes aceptan poner bajo resguardo el material susceptible de ser empleado en una bomba atómica, al tiempo que reconocen el derecho al uso pacífico de la energía nuclear, según el borrador de la declaración final de la cumbre conocido por la AFP.

Poco después Obama dijo en conferencia de prensa que gracias a las medidas acordadas “el pueblo estadounidense estará más a salvo y el mundo será más seguro”.

Asimismo, los líderes prometieron reforzar las medidas contra el tráfico ilegal de material radioactivo, y ratificaron su apoyo a las tareas de vigilancia de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA).

“A dos décadas del final de la Guerra Fría, nos enfrentamos a una cruel ironía: el riesgo de una confrontación nuclear entre países ha bajado, pero el riesgo de un ataque nuclear ha subido”, había dicho Obama a los dirigentes, reunidos en la mayor cumbre organizada por Estados Unidos desde 1945.

“Las redes terroristas como Al Qaida han tratado de adquirir el material para un arma nuclear, y si alguna vez lo consiguen, con seguridad lo utilizarán (…) Si llegaran a hacerlo, sería una catástrofe para el mundo”, advirtió.

“Hoy es una oportunidad, no sólo de hablar, sino de actuar”, dijo.

Paralelamente, Obama presionó a sus principales invitados, como Rusia y China, para intentar aislar aún más a Irán, y preparar el terreno para más sanciones.

Irán, como Corea del Norte, se ha negado a acatar el Tratado de No Proliferación Nuclear, vigente desde 1970, y es acusado de querer desviar su programa nuclear civil para dotarse de un arsenal nuclear.

Las medidas que pide Estados Unidos para atajar el peligro del terrorismo nuclear arrancaron compromisos de varios asistentes a la cumbre.

El presidente mexicano, Felipe Calderón, anunció que su país convertirá su uranio altamente enriquecido que emplea en un reactor científico en combustible que no pueda ser empleado para construir una bomba atómica, con colaboración de Estados Unidos y Canadá.

El lunes, Chile anunció que mandará todo su uranio enriquecido a Estados Unidos, tras un primer envío en marzo de 18 kilos. Canadá anunció que devolverá a su vecino del sur este combustible que tiene almacenado y Ucrania prometió que se deshará de todo el que posee antes de 2012, fecha de la próxima cumbre sobre seguridad nuclear, en Corea del Sur.

Asimismo, Estados Unidos y Rusia, que la semana pasada firmaron un nuevo acuerdo de desarme nuclear, suscribieron un nuevo protocolo para que Moscú elimine el plutonio apto para fabricación de armas de sus programas militares, lo que costará hasta 2.500 millones de dólares.

Sobre Irán, Obama se reunió con el primer ministro turco Recep Erdogan y el brasileño Luiz Inacio Lula da Silva, dos de los reticentes a más sanciones.

Fue una reunión “franca, sincera”, en la que Lula le pidió a Obama que “le dé una oportunidad” a la posibilidad de una solución negociada al pulso con Irán, explicó el canciller brasileño, Celso Amorim.

Pero la postura occidental parece cada vez más resuelta. El presidente francés, Nicolas Sarkozy, declaró que quiere sanciones contra Irán en abril o mayo “a más tardar” y Obama dijo en su conferencia de prensa posterior a la cumbre que esperaba que el mundo fuera “audaz y veloz” en la toma de medidas.

El presidente chino Hu Jintao, uno de los líderes clave junto al ruso Dimitri Medvedev sobre el asunto iraní, por su capacidad de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU, se limitó a indicar en su intervención ante el pleno de la cumbre que China se opone a la proliferación nuclear.

“China siempre creyó en el diálogo y la negociación como la mejor manera de resolver ese asunto. La presión y las sanciones no pueden resolverlo”, declaró en Pekín una portavoz de la cancillería china.

El mundo cuenta con unas reservas mundiales de uranio enriquecido y de plutonio -los dos ingredientes posibles de una bomba A- de 1.600 toneladas y 500 toneladas respectivamente.

El gobierno iraní anunció que su propia conferencia de desarme nuclear contará con la presencia de 15 países, el 17 y 18 de abril próximos.