Como una muestra definitiva de que el sector de videojuegos no logró su aparente inmunidad a la crisis económica, la consultora NPD reveló que las ventas de títulos y equipamiento cayeron un 29% en EEUU durante julio, totalizando 848.9 millones de dólares.

La caída significó un 37% menos en hardware, un 26% menos en software y un 12% menos en accesorios.

Pese a todo la industria se mantiene optimista. De hecho el analista de Wedbush Morgan, Michael Patcher, señaló a AméricaEconomía que “la depresión ya tocó fondo”, esperando que las ventas del 2º semestre harán las cifras finales “iguales o mayores” que las de 2008, impulsadas por las nuevas entregas de franquicias como Rock Band, Halo y Madden.