Luego que la Cámara de Diputados aprobó una indicación que reduce a un peso los gastos variables del Senado, que en el presupuesto original alcanza los casi $29 mil millones, la Cámara Alta respondió endureciendo su posición de no traspasar recursos a la Cámara para financiar el aumento de diputados a partir de marzo de 2018.

Incluso, el ministro de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre, no se atrevió a descartar que de mantenerse esta diferencia entre las Cámaras, el Ejecutivo termine inyectando más recursos a la partida del Congreso Nacional, incumpliendo la promesa del “costo cero” anunciado cuando se aprobó la reforma al sistema binominal.

Por su parte, el presidente de la Cámara de Diputados, Fidel Espinoza, manifestó que esa corporación no aprobará un presupuesto que implique un mayor costo fiscal para el financiamiento de los nuevos parlamentarios y que se debe costear con esfuerzos del Congreso.

Andrés Zaldívar, presidente del Senado, aseguró que el problema es de los diputados, ya que ellos son quienes deben financiar las 35 nuevas plazas.

Ante esta situación, el senador José García Ruminot sostuvo que el Gobierno tiene un problema, puesto que anunciaron que la implementación de los nuevos parlamentarios sería de costo cero, pero la realidad no es así.