Sin solemnidades, Cuba recuerda este sábado a Fidel Castro en el primer aniversario de su muerte, con una jornada en la que poemas, canciones y discursos sólo rivalizan con los llamados oficiales a las elecciones municipales del domingo.

El acto más importante se da al anochecer en la escalinata de la Universidad de La Habana, tribuna frecuentemente usada por Fidel en sus maratónicos y encendidos discursos.

La Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) convocó en ese lugar a estudiantes y otros jóvenes para una “velada político-cultural” por “el primer aniversario de la desaparición física del Comandante en Jefe”.

No se descarta la asistencia de su hermano Raúl Castro, quien lo sustituyó en la presidencia de Cuba por enfermedad desde 2006.

El gobierno, de su lado, no tiene previsto hasta ahora ninguna conmemoración, siguiendo el rechazo al culto a la personalidad que propugnó Fidel y que el Parlamento refrendó legalmente.

Pasiones extremas

Fallecido a los 90 años, 48 de ellos a las riendas de Cuba, Fidel despertó pasiones extremas y encontradas entre los cubanos. Al igual que hace un año, sus enemigos acérrimos en la isla callan este día.

El presidente venezolano, Nicolás Maduro, envió una carta a su homólogo cubano, en la que asegura que “Fidel está también con nosotros, los bolivarianos, en nuestra resistencia, y en nuestras victorias”.

En el texto, reproducido íntegramente en Twitter, Maduro aseguró que “su amigo Hugo (Chávez) el mejor amigo de Cuba, nuestro Comandante Eterno, lo amó como a un padre”.

El trovador Raúl Torres, autor de “Cabalgando con Fidel”, canción que sirvió de tema principal en los funerales, presentó ahora “Laureles y Olivos”, un poema musicalizado, que anunció será estrenado como canción el domingo 3 de diciembre en Santiago de Cuba, sin especificar la ocasión.

¿Elecciones por Fidel?

Más allá de estos actos, el domingo están convocados más de ocho de los 11,1 millones de cubanos a votar en las elecciones municipales, punto de partida de un proceso sin sobresaltos ni sorpresas que debe terminar en febrero con un nuevo presidente, como parte de un relevo generacional, previsto por los hermanos Castro.

Votar en Cuba no es obligatorio legalmente, pero sí es considerado un acto político de apoyo al gobierno, por lo cual algunos medios y dirigentes utilizan la figura de Fidel para convocar a las urnas.

Aunque parte de la disidencia propugnó participar en los comicios, sus candidatos fueron impedidos, desestimulados a la fuerza o derrotados en las postulaciones barriales a mano alzada.

Las autoridades no han dado a conocer el nombre del candidato que sustituirá a Raúl, quien conservará hasta el Congreso de 2021 el puesto más importante de Cuba, el de secretario general del Partido Comunista (PCC, único).

“Cualquier nuevo gobierno después de Raúl Castro deberá ser por naturaleza colectivo, pues el país no vive un momento carismático y ninguno de los líderes de la nueva generación tiene capital político para dictar política, mas allá de las atribuciones de su cargo”, dijo a la AFP el académico cubano Arturo López-Levy, de la Universidad de Texas-Rio Grande Valley.

Muchas miradas están puestas sobre el actual vicepresidente primero, Miguel Díaz-Canel, un ingeniero de 57 años que ha subido paso a paso en la política local de la mano de Raúl.

Previsor hasta los más mínimos detalles de todos los movimientos futuros, no sería extraño que el próximo candidato a la presidencia en Cuba fuera aprobado antes por Fidel en vida.