Durante los últimos días, el Programa de las Naciones Unidas Para el Desarrollo (PNUD) lanzó un libro que ha dado que hablar: “Desiguales – Orígenes, cambios y desafíos de la brecha social en Chile”; el título dice bastante sobre su contenido. En uno de sus capítulos, con el objetivo de estudiar la movilidad social, evaluaron el grado en que apellidos asociados a posiciones de privilegio en el pasado se siguen manteniendo como tales en el presente.

Para medirlo, listaron los apellidos con mayor porcentaje en las tres profesiones más prestigiosas y mejor remuneradas en el país: médicos, abogados e ingenieros. Estudiaron los apellidos de más de ocho millones de adultos egresados de la enseñanza media entre 1960 y 1990. Dado que el talento se reparte por igual entre ricos y pobres, también se reparte por igual entre rapa nui, aymaras, mapuches, chilenos y otros; en una situación con igualdad de oportunidades, este porcentaje debiera ser más o menos el mismo para todos los apellidos.

En el primer cuadro se encuentran los 50 apellidos con mayor representación en las profesiones de prestigio que se escogieron; y en el siguiente, los apellidos en que ninguna persona se encuentra en alguna de esas tres profesiones (en total son 110, se escogieron los 50 con mayor frecuencia en la población).

Apellidos con mayor porcentaje de profesionales de prestigio, ordenados por porcentaje

Matte

Ariztía

Werner

Schmidt

Délano

Astaburuaga

Etcheverry

Richards

Zegers

Campbell

Baltra

Otero

Soffia

Moore

Manzur

Petersen

Risopatrón

Alliende

Peirano

Hott

Tassara

Solari

Tagle

Diez

Edwards

Walker

Lyon

Pons

Parga

Klein

Niklitschek

Garretón

Errázuriz

Parodi

Enríquez

Echenique

Puelma

Bunster

Undurraga

Neumann

Canessa

Hitschfeld

Larra

Larraín

Vial

Moller

Montt

 

Soler

Irarrázabal

Vicuña

 

Apellidos donde no hay profesionales de prestigio, ordenados por número de casos

Aillapan

Cheuqueman

Calfin

Coilla

Mariman

Escares

Taiba

Murga

Tranamil

Colivoro

Pailahueque

Alcapan

Huenchual

Lepin

Huenten

Lincopi

Carilao

Cayupan

Catrinao

Huenupan

Huenchu

Neculpan

Huaiquipan

Gamin

Huala

Caripan

Llanquiman

Yevilao

Cheuque

Ancan

Millao

Huaiquimil

Millahual

Garabito

Cumian

Huenupi

Colipi

Necul

Levican

Curihuinca

Cona

Maliqueo

Godoi

Melinao

Lienlaf

Cheuquepil

Curilen

 

Porma

Huenulef

Andana

 

En el primero sobresalen apellidos pertenecientes a la antigua aristocracia castellano-vasca, sumado a los originarios de otros países europeos que se incorporaron a la elite chilena en el siglo XIX; en el segundo cuadro casi todos los apellidos son de origen mapuche.

Las desigualdades de hoy no son tan nuevas.

Luego de la invasión española al País Mapuche, la actual Zona Central de Chile quedó dividida en enormes haciendas repartidas entre españoles bien posicionados políticamente. Al necesitar mano de obra se les asignaron habitantes mapuche, además de los mapuche capturados en la guerra que se disputaba más al Sur que fueron tomados como esclavos. Los apellidos y la estructura social, aunque con matices, siguen siendo los mismos.

Lo señalado en el apellido es un indicador objetivo, pero existen otros. El aspecto físico es predictor de la clase social; una rareza de esta parte del mundo, quienes han viajado y conocido otras realidades lo saben bien. Actualmente tenemos una movilidad social bien escasa.

El acceso a la Educación Superior ha ayudado, pero al haber tantos profesionales las diferencias siguen existiendo, bien lo saben jóvenes mapuche postulando a empleos y quedan esperando el llamado a entrevista. ¿No me crees? Te planteo las siguientes inquietudes:

-Observa el origen social y los apellidos de los últimos Presidentes de la República y sus ministros más renombrados (Francisco Huenchumilla, la gran excepción).

¿Cuántos miembros del alto mando en alguna de las Fuerzas Armadas son de origen mapuche? A pesar de reconocidos en todo el mundo como un gran pueblo guerrero.

¿Cuántos mapuche hay en los directorios de grandes empresas?

Si bien existen más mapuches posicionados ejerciendo profesiones de prestigio que antes, existe diferencia a la hora de ascender, también en los salarios.

Ante esto, si bien no estoy de acuerdo, no es de extrañar que hayan existido mapuches cambiando su apellido a uno más común, también chilenos que quieren sonar más a europeo; tal como dijo Fabrizio Copano: “…Soto, te voy a dar un consejo, a tu apellido ponle un acento al final. En vez de Soto, Sotoá … así funciona Chile: Soto, conserje de edificio; Sotoá, gerente de Soquimich”.

Una distribución injusta amenaza la estabilidad y desarrollo de los países; es malo para el gobierno y para los mercados, al no trabajar con los mejores talentos sino que siguen prefiriendo al “hijo de…”. Es malo para la innovación (tema del que muchos hablan y pocos saben, además de mi área de estudio), ya que se potencia en ambientes de alta diversidad para idear lo que no se ha ideado antes.

Eric Melillanca Torres
Magíster (C) en Ingeniería Industrial
Ingeniero Civil en Informática
Presidente de Corporación de Desarrollo Mapuche Trawün