Con la significativa presencia de sobrevivientes, familiares de víctimas, agrupaciones de defensa de los Derechos Humanos se descubrió hoy la placa que identifica al Monumento Nacional Sitio de Memoria, el Ex Cuartel Borgoño, en el inmueble ubicado en la calle Borgoño N° 1154.

La iniciativa surgió de la necesidad de identificar este lugar, el que fue entre 1977 y 1989 un recinto de detención, tortura y exterminio de la disuelta Central Nacional de Informaciones (CNI) durante la dictadura militar chilena. El interés de esta nueva identificación busca resignificar el espacio como un lugar de encuentro para la promoción de los derechos esenciales.

Actualmente el edificio aloja a dependencia de la Policía de Investigaciones de Chile, y tiene la categoría de Monumento Histórico en virtud del decreto N° 347 de diciembre de 2016.

En la ceremonia de identificación participaron la Corporación de Memoria Borgoño, la Agrupación Familiares de Ejecutados Políticos, de Detenidos Desaparecidos y otras agrupaciones que destacaron como un gesto de un gran valor simbólico.

Al iniciar la ceremonia Ángel Cabeza, Director Nacional de Bibliotecas Archivos y Museos y Vicepresidente del Consejo de Monumentos, apuntó a la obligación del Estado de avanzar en el reconocimiento de las violaciones a los derechos humanos cometidas en el pasado. “La instalación de la placa contempla en sí misma un acto de reparación simbólica desde el Estado hacia las víctimas, es uno de los valores que ha tomado en consideración el Consejo de Monumentos al proteger patrimonialmente estos espacios”.

Especialmente emotivo fue el relato de Marcela Muñoz Otárola, hermana de Julio Muñoz Otárola, uno de los cinco jóvenes detenidos desaparecidos en 1987 desde el recinto.

“Cuando mi hermano fue secuestrado, mi madre una persona religiosa, mientras lo buscaba solía rezar en las iglesias por las cuales próximas al lugar en el que transitaba, una de ellas fue la iglesia de Independencia con Borgoño y desde ahí sintió que su hijo estaba cerca, y vino al cuartel Borgoño y golpeó su portón y le dijeron que no estaba detenido ahí. Hoy sabemos que mi hermano estuvo aquí y fue asesinado aquí. Mi madre lo sintió”, dijo Muñoz, en medio de la emoción de los asistentes.

El acto fue acompañado por las canciones de Elizabeth Morris, que interpretó entre otros temas una versión de Angelita Huenumán de Víctor Jara. La ceremonia culminó con el ingreso al recinto de los participantes en el acto, quienes depositaron una ofrenda floral, tras descubrir la placa.