Parece un trastorno alimenticio, pero según algunos funciona. Estamos hablando de una polémica dieta conocida como “ayuno intermitente” o “ayuno en días alternos”, la cual dio de qué hablar luego de que el periodista de la BBC, Michael Mosley, se sometiera a este régimen por 5 semanas como parte de un reportaje que indagaba su efectividad.

Este sistema, que tiene detractores y admiradores dentro de la comunidad médica, consiste en restringirse de comer un día para al otro atiborrarse con comida y así sucesivamente.

“Siempre pensé que hacer ayuno era algo desagradable que no proporcionaba ningún beneficio evidente en el largo plazo. Por esta razón, cuando me pidieron que hiciera un documental en el que tenía que dejar de comer, no me entusiasmé demasiado porque pensé que sería un suplicio. Para convencerme, mi editor me habló de una serie de investigaciones sobre el ayuno y me dijo que si lo hacía, era muy probable que mi cuerpo experimentara una mejoría dramática. Así que, sin pensarlo un minuto más, dije que sí”, explicó Mosley en BBC.

El periodista señaló que científicos como Krista Varady, de la Universidad de Illinois en Chicago, investiga esta dieta y sus alcances. En su caso, ella realizó un experimento de 8 semanas, en el que analizó 2 grupos de personas con sobrepeso, de los cuales uno seguía el régimen ADF (Alternate Day Fasting, por sus siglas en inglés)

“En términos del riesgo de enfermedades cardiovasculares, daba lo mismo si los participantes comían -durante los días que no había que hacer ayuno- alimentos de alto o bajo contenido graso “, concluyó Varady.

El reportero explicó que como para él era algo complejo seguir esta dieta la semana completa, optó por una versión más simple, la “5:2″, vale decir, 5 días de comer normal y 2 de sólo ingerir 600 calorías diarias.

“En mi caso, noté que me resultaba más fácil durante los días de semiayuno hacer un desayuno liviano de cerca de 300 calorías (huevos revueltos, una rodaja fina de jamón y mucho té negro), mucha agua y té de hierbas durante el día y una cena liviana (pescado grillado con muchos vegetales) por la noche”, indicó.

Mientras, en los días de “chipe libre”, según Michael, no sintió deseos de comer exageradamente, pero sí de consumir todo lo que se le antojaba.

Al cabo de 5 semanas de experimento, el periodista perdió alrededor de 6 kilos, además de reducir sus niveles de glucosa y colesterol, situación que comprobó tras realizarse los exámenes correspondientes.

Eso sí, Mosley desaconsejó seguir esta dieta, porque aún no hay suficientes estudios al respecto. “La comunidad médica señala que los beneficios del ayuno no están demostrados y que, hasta que no se hagan más estudios con seres humanos lo mejor es consumir 2 mil calorías diarias”, manifestó.

Por ello, dijo que si alguien quiere probar este método, debe ser supervisado por un especialista, recalcando que puede llegar a ser peligrosos en el caso de mujeres embarazadas, diabéticos o quienes consumen medicamentos.

“Durante las cinco semanas que seguí la dieta fui monitoreado constantemente por un equipo médico. Me pareció fácil hacerla y es probable que la vuelva a hacer pero con menos frecuencia. En mi opinión, ayunar, tanto como comer, debe hacerse con moderación”, señaló a modo de conclusión.