Chileno Alejandro Aravena recibe Premio “Nobel” de Arquitectura con sentido discurso

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El arquitecto chileno Alejandro Aravena recibió en sus manos el Premio Pritzker, en una ceremonia que se desarrolló en la sede de Naciones Unidas y que sirvió para resaltar el compromiso social de la creación artística.

Aravena, de 48 años -director de la sección de arquitectura de la Bienal de Venecia y profesor visitante de la Universidad de Harvard- recibió la medalla del galardón de este año, la cual fue entregada por el presidente de la Fundación Hyatt, Thomas J. Pritzker.

La concesión del premio fue anunciada el pasado 13 de enero y ya en ese momento se destacó la destreza de Aravena para combinar el arte con la responsabilidad social en sus creaciones, desde importantes edificios hasta viviendas sociales.

Aravena recordó que la arquitectura no consiste sólo en acero, ladrillos o madera, “sino la vida misma”. El arquitecto chileno dirige el colectivo Elemental, con sede en Santiago de Chile y que se centra en proyectos de impacto social e interés públicos.

Ese compromiso está reflejado en la labor de reconstrucción de la ciudad de Constitución, una de las más devastadas por el terremoto y el tsunami que el 27 de febrero de 2010, que sacudió Chile y dejó medio millar de muertos y unos 800.000 damnificados.

También ha dejado su marca en varios edificios de su alma mater, la Universidad Católica de Chile, energéticamente eficientes, innovadores, que proporcionan luz natural a sus moradores y abren espacios de reunión para fomentar el contacto personal.

El arquitecto chileno dijo que el galardón lo comparte con sus cuatro socios de Elemental y todo un equipo de trabajo que consolida “un montón de disciplinas que llegan a juntarse”. “No lo sabría hacer por mí mismo”, recalcó.

“El arte debe servir para mejorar la vida humana”

Además de Aravena, el Premio Pritzker lo han recibido también el mexicano Luis Barragán (1980) y los brasileños Oscar Niemeyer (1988) y Paulo Mendes da Rocha (2006). También lo recibió, en 2004, la angloiraquí Zaha Hadid, la primera mujer galardonada, que iba a estar presente también hoy enla sede de la ONU pero que murió el pasado 31 de marzo, a los 65 años, y a quien se recordó con emoción esta noche.

Para el presidente del jurado, Aravena es “brillante en mente, corazón y espíritu”. Según Peter Palumbo, presidente del jurado, “el valor del arte debe servir para mejorar la vida humana”, y el arquitecto chileno ha sabido enfocarse en las clases menos acomodadas para “dedicarse a su vida, sus esperanzas y sus sueños.

Y es que Aravena, agregó el presidente del jurado, “ha sabido crear (…), como si fuera un milagro, una sinfonía de soluciones”.

El arquitecto chileno quiso limitar su discurso al agradecimiento a miembros de su equipo y a sus parientes, y especialmente a sus tres hijos, a los que habló en español. “Ustedes me enseñan cada día a distinguir lo que importa de lo que no importa”, dijo Aravena, emocionado.

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El arquitecto chileno Alejandro Aravena recibió en sus manos el Premio Pritzker, en una ceremonia que se desarrolló en la sede de Naciones Unidas y que sirvió para resaltar el compromiso social de la creación artística.

Aravena, de 48 años -director de la sección de arquitectura de la Bienal de Venecia y profesor visitante de la Universidad de Harvard- recibió la medalla del galardón de este año, la cual fue entregada por el presidente de la Fundación Hyatt, Thomas J. Pritzker.

La concesión del premio fue anunciada el pasado 13 de enero y ya en ese momento se destacó la destreza de Aravena para combinar el arte con la responsabilidad social en sus creaciones, desde importantes edificios hasta viviendas sociales.

Aravena recordó que la arquitectura no consiste sólo en acero, ladrillos o madera, “sino la vida misma”. El arquitecto chileno dirige el colectivo Elemental, con sede en Santiago de Chile y que se centra en proyectos de impacto social e interés públicos.

Ese compromiso está reflejado en la labor de reconstrucción de la ciudad de Constitución, una de las más devastadas por el terremoto y el tsunami que el 27 de febrero de 2010, que sacudió Chile y dejó medio millar de muertos y unos 800.000 damnificados.

También ha dejado su marca en varios edificios de su alma mater, la Universidad Católica de Chile, energéticamente eficientes, innovadores, que proporcionan luz natural a sus moradores y abren espacios de reunión para fomentar el contacto personal.

El arquitecto chileno dijo que el galardón lo comparte con sus cuatro socios de Elemental y todo un equipo de trabajo que consolida “un montón de disciplinas que llegan a juntarse”. “No lo sabría hacer por mí mismo”, recalcó.

“El arte debe servir para mejorar la vida humana”

Además de Aravena, el Premio Pritzker lo han recibido también el mexicano Luis Barragán (1980) y los brasileños Oscar Niemeyer (1988) y Paulo Mendes da Rocha (2006). También lo recibió, en 2004, la angloiraquí Zaha Hadid, la primera mujer galardonada, que iba a estar presente también hoy enla sede de la ONU pero que murió el pasado 31 de marzo, a los 65 años, y a quien se recordó con emoción esta noche.

Para el presidente del jurado, Aravena es “brillante en mente, corazón y espíritu”. Según Peter Palumbo, presidente del jurado, “el valor del arte debe servir para mejorar la vida humana”, y el arquitecto chileno ha sabido enfocarse en las clases menos acomodadas para “dedicarse a su vida, sus esperanzas y sus sueños.

Y es que Aravena, agregó el presidente del jurado, “ha sabido crear (…), como si fuera un milagro, una sinfonía de soluciones”.

El arquitecto chileno quiso limitar su discurso al agradecimiento a miembros de su equipo y a sus parientes, y especialmente a sus tres hijos, a los que habló en español. “Ustedes me enseñan cada día a distinguir lo que importa de lo que no importa”, dijo Aravena, emocionado.