Como un cuento de hadas puede calificarse la historia que hace dos años se tomó matinales, redes sociales y hasta portadas de diario, y que hoy continúa con un próspero porvenir.

Era el año 2012 cuando Felipe, un joven abogado de 26 años, comenzó toda una campaña -con el hashtag #buscoapelirroja- para dar con una chica que le flechó y que leía el mismo libro que él: “Ampliación del Campo de batalla”, de Michel Houellebecq.

Esta situación ocurrió a la salida del vagón, cuando ambos se toparon, se rieron, y no se vieron más. Desde entonces, se dio inició a una búsqueda de “la pelirroja del Metro” que terminó con un mensaje interno de ella en Twitter, respondiéndole “soy yo”.

“Lo que pasó ese día en el Metro fue un momento tan profundamente buena onda que pensé ‘qué ganas de haberla conocido’, y me dio mucha lata porque no le dije nada, sólo me quedé ahí parado mirándola, mostrándole el libro. Después de que las puertas se cerraron estuve un par de minutos pensando si perseguirla, o si quizá ella iba a volver, pero ninguna de las dos cosas tenía sentido (…) Entonces me acordé de la idea de los seis grados de separación: si yo tenía mil y tantos amigos en Facebook y cada uno de ellos tenía otros cientos, rápidamente tenía cubierta toda la población joven que vive en Santiago y alguien la debía conocer, era matemáticamente posible”, recordó.

Elisa, la misteriosa chica que era buscada en todas partes, lo recuerda así: “Iba en el Metro abrigada, leyendo esta historia (…) Entonces este niño me dice ‘¡Oye!’ y yo lo miro y estábamos leyendo el mismo libro. Fue un momento muy lindo, incluso las personas que iban en el vagón se dieron cuenta y se rieron. Me fui pensando si devolverme, pero también diciéndome que no tenía sentido. Ya en los Andes les conté a mis amigos, y ellos ni me pescaron. Decían que era algo normal, uno siempre ve gente que le gusta en los espacios públicos”.

Pero como Felipe pensó, comenzó la búsqueda que tuvo un final exitoso, cuando un familiar de Elisa le comentó la particular historia.

“Pasé el fin de semana lejos de mi casa, y me quedé sin batería del celular. Estuve incomunicada hasta el domingo. En la noche cuando llegué a mi departamento estaban mis papás de visita en Santiago (viven en el sur) y mi mamá, que desde que yo tenía el pelo rojo me leía noticias sobre colorinas, me dice ‘Oye Eli, hay un tipo que está buscando a una colorina’ y me leyó la publicación. De hecho me la sé de memoria: ‘#buscoapelirroja leía el mismo libro que yo en el metro, la saludé y las puertas se cerraron, ayúdenme a encontrarla’. Yo no lo podía creer. Le dije que esa era yo“.

Así fue como se inició esta historia, que fue revivida por el sitio Galio, que logró conocer lo que ambos hacen actualmente.

Lo primero a saber es que siguen como pareja, consolidada, tanto que ya han fijado casamiento.

“Ahora que nos vamos a casar la gente nos pregunta cómo vamos a manifestar esta historia en la ceremonia, si por ejemplo no nos gustaría hacer el matrimonio civil en el Metro… Al principio yo estaba reacio a todos esos comentarios, porque siento que somos mucho más que lo que pasó en el metro. Necesitamos, para que la relación sea real y que trascienda, saber que somos más que esa historia, por más épica que sea. Queremos dejar espacio para miles de otras historias que sean tan increíbles como esa” comentó Felipe.

Por su parte, Elisa indicó que “igual el lado bonito, es que es una historia que genera mucha buena onda. La gente siempre lo encuentra increíble y al tiro nos quieren. Ahora que nos vamos a casar siento que estamos llenos de buenos deseos. Porque es inusualmente romántico“.

Sin fecha clara, pero si decidida, ambos esperan pronto unirse en matrimonio, con una enseñanza que Felipe explica de la siguiente forma: “La forma en que fluyó todo entre nosotros me ha demostrado que si uno se abre con confianza y generosidad al mundo, el mundo es muy generoso de vuelta“.