El Movimiento por la Defensa del Territorio de Mar Brava Lacuy de Ancud afirmó que el megaproyecto Parque Eólico Chiloé amenazaría tanto al medio ambiente como las comunidades indígenas del sector. Carolina Sepúlveda, representante de este movimiento, afirmó que no quieren convertirse en una “pila” para el continente.

La agrupación consideró que el estudio de impacto ambiental presentado en mayo y retirada repentinamente por Ecopower, empresa responsable del proyecto, no revelaba en forma clara los perjuicios a las personas.

Para la dirigente, este megaproyecto constituye una amenaza para el medio ambiente, la economía local, la cosmovisión de las comunidades indígenas y la vida de la comunidad en general, y asegura que estas apreciaciones son compartidas por algunos de los servicios públicos que evaluaron el Estudio de Impacto Ambiental.

Sepúlveda añadió que en Chiloé hoy se encuentran con una serie de iniciativas de generación energética que son bastante inconexas entre sí, como la generación de una carretera de líneas de alta tensión que pretende cruzar la isla.

Considera que existe un desarrollo enérgetico poco claro en cuanto a intervención, sobre todo si las necesidades de energía de la provincia son de alrededor de 60 megawatts, que ya están siendo considerados con las dos mega obras de energía en Dalcahue y Pumanzano en construcción.

Por último, manifestó que quieren un desarrollo sostenible para Chiloé, pero con opciones de desarrollo que se puedan decidir de manera interna y no pasar a ser automáticamente una “pila” para el continente, sino generar un desarrollo local con el cuidado del ecosistema.

Lo anterior, considerando que el principal foco turístico es el sector de Puñuhuil por sus bellezas naturales y no por una intervención industrial, punto que la comunidad de Huentetique, que está a favor, no entiende de la misma manera.