Representantes de vecinos de los edificios colapsados tras el terremoto en Concepción, niegan ser los responsables de la tardanza en las tareas de demolición de las estructuras siniestradas, como lo planteó el Gobernador de la Provincia.

Los damnificados acusan falta de voluntad política y piden colaboración de las autoridades.

Un fuerte rechazo causó en las familias damnificadas de los edificios colapsados de Concepción, las declaraciones que hizo el gobernador Alejandro Reyes, respecto a la tardanza en los trabajos de demolición de las estructuras.

La autoridad provincial señaló a los copropietarios de los edificios como el principal obstáculo en este proceso, debido a la negativa de algunos de ellos a firmar el desentimiento que autoriza el desplome de sus departametos, y de paso, los lleva a renunciar a la idea de demandar al Estado.

Son 564 familias damnificadas de Alto Rio, Plaza del Río, Alto Arauco II y Centro Mayor, edificios que colapsaron durante el terremoto del 2010 y esperan desde entonces, ser demolidos.

Daniel Durán, representante de las comunidades damnificadas, explicó que la tardanza en los trabajos se debe a la mala legislación y una descoordinación en las autoridades para abordar el tema:

Ante esta situación, los damnificados lamentaron las declaraciones del gobernador Alejandro Reyes y sostienen que ellos siempre tuvieron la disposición de ser parte de la solución y no del problema, por lo que la actitud de la nueva autoridad regional vendría a menospreciar las gestiones que hicieron como organización:

Las familias destacaron que sólo gracias a sus propias acciones lograron la intervención del Ministerio del Interior, que actualmente sesiona en una comisión especial para resolver este conflicto.

Por ello invitaron a las autoridades regionales a colaborar aportando soluciones y no obstaculizando y reduciendo el conflicto al proceso de desestimiento que, cabe destacar, está llevando la intendencia del Bío-Bío.