Una triste jornada para la Policía de Investigaciones se vivió este miércoles, luego de que un hombre baleara a 7 de sus efectivos, resultando dos de ellos de muertos, incluyendo a la primera mujer mártir del cuerpo policial.

El que sería el autor material del crimen sólo pudo ser alcanzado tras una persecución por el centro de Santiago que terminó con un nuevo intercambio de balas en la intersección de Cienfuegos con Agustinas. Se trata de Ítalo Nolli Olivan, de 68 años, quien cayó abatido al interior de su camioneta.

A su haber, Nolli presenta no sólo importantes antecedentes policiales, sino que era descrito por sus vecinos como un hombre recluido, extraño e incluso prepotente.

En el ámbito judicial, registraba procesos por falsificación, estafa y giro doloso de cheques. Más aún, ya en 1987 se abrió una causa en su contra por infracción a la ley de armas, mientras que el 15 de junio de 2010 se le procesó por hurto de material de guerra.

De aquí se infiere que el hombre tenía un acabado conocimiento de armamento, lo que explicaría la gran cantidad de proyectiles que pudo disparar en contra de los efectivos policiales en San Bernardo, así como la resistencia que opuso en el centro de la capital, antes de ser abatido.

Pistola Glock de 9mm

Pistola Glock de 9mm

Como antecedente, se informó que Nolli utilizó una pistola modelo Glock de 9mm, considerada como un arma corta de gran rapidez.

Sin embargo nada de esto era evidente para sus vecinos, quienes pese a describirlo como un hombre reservado, hosco, solitario y de carácter prepotente, e incluso con “apariencia de gangster”, nunca lo vieron portar armas.

Fue sólo tras el allanamiento a su domicilio, ubicado en un departamento del condominio Parque Los Reyes en calle Ricardo Cumming con Yungay, que los funcionarios policiales encontraron numeroso armamento y explosivos en su domicilio.

De hecho, la policía civil debió evacuar a los residentes mientras realizaba la inspección, trascendiendo que el hombre había instalado una escopeta apuntando hacia la puerta del departamento, conectada a un cable que la hacía dispararse en caso de que alguien ingresara inadvertidamente.

Nolli tenía un local de venta de chatarra, que administraba desde el centro de Santiago. Según versiones preliminares, los detectives lo habrían requerido por el giro doloso de cheques mientras realizaba labores relacionadas a la recolección, cuando este reaccionó disparándoles a quemarropa.

Foto familiar en Facebook

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