La eyaculación precoz es un problema sexual más frecuente de lo que se podría pensar. Ocurre cuando el hombre, durante el coito, llega al clímax antes de lo deseado. Explicaciones hay varias. Dependería de cada caso. Influyen factores psicológicos y biológicos que pueden ser tratados a través de terapias y técnicas que retardan la disfunción.

Datos de la Clínica Mayo de Estados Unidos indican que 1 de cada 3 hombres han sufrido eyaculación precoz, aunque las estadísticas varían. Esta puede ser diagnosticada cuando se eyacule en menos de un minuto; si no hay capacidad de retener la eyaculación; y si la disfunción está generando estados emocionales negativos que llevan a evitar las relaciones sexuales.

El problema, que también podría presentarse durante la masturbación, frecuentemente genera pudor, lo que impide que los afectados comenten a su médico y busquen ayuda. En este sentido, la terapeuta de parejas y sexual Lisa Thomas, graduada de la Universidad de Denver y con 19 años de práctica, explicó en una columna del sitio especializado Psychology Today que “muchos hombres padecen vergüenza al sentir que eyaculan demasiado rápido, lo que los lleva a tener ansiedad sobre el sexo y su desempeño”.

Según detalló, entre los factores psicológicos se encuentra la disfunción eréctil, generada por la obsesión de obtener y mantener la erección, apresurando la eyaculación; la ansiedad por el desempeño sexual o por otros temas en su vida; y los problemas en la relación, que podrían repercutir en las relaciones.

Por otro lado, especificó que también existen factores biológicos. Entre ellos se encuentran posibles problemas a la tiroides, niveles anormales de hormonas, infección de la próstata o uretra e, incluso, podría explicarse por rasgos hereditarios.

Con esto, entregó seis consejos que podrían ayudar a mejorar el desempeño sexual, evitando la eyaculación precoz. Entre ellos hay técnicas, ejercicios y uso de artículos. Te los mostramos a continuación:

1. La masturbación

La terapeuta recomendó “empezar por masturbarse regularmente (de tres a cinco veces por semana) para acostumbrarse al nivel de sensibilidad y estimulación”. Esto, explicó, debe ser con las manos húmedas y secas para sentir sensaciones distintas.

“Hasta el punto en el que sienta que está a punto de venirse y luego dejar de masturbarse, permitir que la erección pierda rigidez por un momento, tal vez por cinco minutos o más y luego empezar a masturbarse de nuevo”, agregó. El ejercicio debe ser repetido unas tres veces hasta llegar al orgasmo.

Con esto, especificó, el hombre podrá conocer su “punto de no retorno” y logrará identificarlo en las relaciones sexuales, momento en que podrá detenerse y volver a empezar, tal vez con una nueva posición.

2. Ejercicios de Kegel

De acuerdo con la información del sitio especializado Medline Plus, los ejercicios de Kegel se realizan siguiendo los siguientes pasos:

1. Cerciórese de que la vejiga esté vacía, luego siéntese o acuéstese.
2. Apriete los músculos del piso pélvico. Manténgalos apretados y cuente hasta 3 a 5 segundos.
3. Relaje los músculos y cuente hasta 3 a 5 segundos.
4. Repita 10 veces, 3 veces al día (mañana, tarde y noche).

La terapeuta afirmó que éstos “ayudan a fortalecer los músculos en la base pélvica para ayudar a tener mejor control”.

3. Uso de preservativo y lubricante

Thomas puntualizó que el uso de preservativos o condones también ayudan en el retraso de la eyaculación. “Funcionan al reducir la sensibilidad durante el coito así que podrían ser útiles para los problemas de eyaculación precoz”, escribió, añadiendo que en lo posible estos deben ser de látex y gruesos.

El lubricante, en tanto, reduce “la fricción y puede ayudar a durar más”.

4. La masturbación, otra vez

Tener relaciones sexuales en las 24 horas antes de un encuentro, o incluso masturbarse en ese lapso, también puede ayudar. La experta añadió que el hombre “puede masturbarse en la noche y tener sexo en la mañana con los mismos efectos”.

5. Juego previo

Para Thomas es vital preguntarse cuánto tiempo se le dedica al juego previo al coito. Con esto, se debe “aumentar o reducir el enfoque en el pene para controlar el nivel de estimulación”.

“Nunca hay que llevar un cerillo encendido a una fábrica de dinamita”, ejemplificó, agregando que “más jugueteo ayuda con la eyaculación previa porque le permite al hombre controlar su ansiedad y relajarse en lugar de apresurarse a terminar, lo que podría incrementar su ansiedad y llevarlo a una eyaculación precoz”.

6. “Apretar”

Esta técnica, escribió la terapeuta, consiste en que cuando el hombre siente que va a terminar, detiene la penetración y aprieta la cabeza del pene. “Donde se une al eje”, detalló Thomas. Con esto se produciría la sensación de detención y ayudaría a postergar el orgasmo.

“Cuando la sensación del punto de no retorno se adormezca, entonces se puede volver a insertar y empezar a tener coito de nuevo. Se puede usar la técnica tantas veces como sea necesario antes de permitirse tener un orgasmo”, puntualizó.

El buen sexo

Thomas, además, especificó que se debe examinar la relación sentimental con la pareja y poner especial atención en la comunicación respecto del sexo. “Cuáles son las expectativas y metas”, escribió.

Un artículo anterior de BioBiChile detalla que, según la psicóloga Emily Jamea, muchas parejas “quieren sexo que parezca no requerir esfuerzo, armonioso y en sincronía. Quieren tanto intimidad como pasión. Quieren sentirse como partes iguales que se gastan y energizan después de un encuentro erótico” .

La experta entregó tres vitales recomendaciones para conseguir que un sexo mediocre se convierta en uno satisfactorio. Entre los consejos se encuentra “tener paciencia y compromiso” para darle prioridad a las relaciones, fortalecer la comunicación no verbal durante la intimidad -por ejemplo, realizando gestos que ayudan a llegar al contacto sexual- y practicar para afinar las habilidades sexuales.