¿Tu hijo o hija hace pataletas antes de entrar al colegio o al jardín? Según expertos, es normal, sin embargo, de todas formas hay tareas que los padres deben realizar para regular a los pequeños y también factores a considerar, incluso los que están fuera del ámbito escolar o del jardín.

Miles de niños y niñas ingresaron por primera vez a clases durante marzo, luego de las tan ansiadas vacaciones de verano, sin embargo, algunos pequeños lloran y se niegan a asistir a los establecimientos, lo que genera una preocupación en sus padres que se pregunta ¿Por qué mi hijo no quiere ir al colegio o al jardín?

Sobre este tema no existe una sola respuesta, ya que esto puede ser provocado por distintos factores, desde la comodidad que se arrastra desde las vacaciones, hasta temas familiares y extraescolares.

¿Es normal que mi hijo no quiera ir al colegio o al jardín?

Una nueva etapa académica, muchas veces es romantizada por adultos, lo que hace que sea aún más difícil comprender por qué un hijo no quiere ir al colegio o al jardín.

Por otro lado, sentir como obligación el cumplir con las expectativas de los padres y, el tener que mostrar una actitud positiva frente a ir al establecimiento escolar, también puede generar un estrés adicional en los pequeños.

Al respecto, Mónica Lepín, Educadora de párvulos y editora de Caligrafix, explica que “este tipo de situaciones se dan mucho más frecuentemente de lo que se piensa“.

“De hecho, es probable y normal que algunos niños y niñas tengan un periodo de adaptación más extenso que otros. Debemos recordar que cada ser es único y singular, en especial si es su primera experiencia en este ámbito”, acotó.

¿Debo preparar a mi hijo antes del inicio de clases

Según explicó la profesional, es fundamental que los padres preparen a sus hijos para las clases y el ingreso escolar, teniendo en cuenta los dos meses de vacaciones, independiente de la edad que tengan.

“El diálogo, jugar a la escuela con los más pequeños, contar experiencias de los mismos adultos de sus ingresos a clases, buscar algún cuento que hable del tema para que el niño empatice con la situación, entre otras, es fundamental para que los estudiantes vayan imaginando como podría ser su propia experiencia.”, agregó la experta.

Cuando ya ingresan a clases, se recomienda observar su ánimo y hacer preguntas como, ¿qué tal estuvo tu día?, ¿fue entretenido?, ¿con quién jugaste?, ¿estuviste feliz?, ¿algo te dio tristeza?, y de ahí generar un diálogo, el cual no debe ser con presión, más bien de manera sutil y tranquila.

¿Qué pasa si mi hijo hace pataletas y no quiere ir a clases?

Sobre esto, Lepín señala que “lo más importante es entender que esto es algo normal y que el periodo de adaptación puede durar varias semanas”.

Además, aclaró que es relevante que los padres mantengan la calma, no transmitirles más nerviosismo del que ya tienen, y confiar en el educador y comunidad escolar.

Si la situación persiste en el tiempo, se debe conversar con el educador a cargo y crear estrategias pedagógicas entre el colegio y el hogar, debido a que muchas veces podemos estar frente a otro tipo de dificultades y/o necesidades no diagnosticadas.

De igual modo, hay que conversar con los pequeños, pero de manera positiva frente al centro educativo, expresando la importancia de asistir a clases.

También es relevante que los padres incentiven rutinas diarias en conjunto con los niños, como dejar lista la mochila para el día siguiente, revisar los cuadernos, libros y tareas, dejar listo el uniforme, etc.

Analizar otros factores extraescolares

Ahora, es ideal no desestimar el hecho que tal vez el niño esté pasando por alguna situación familiar que lo esté afectando y que sea parte de la razón por la cual rechazar ir a clases.

Por eso, es esencial que los cuidadores hagan una auto revisión de sus actitudes y de sus vínculos con el pequeño, para ver si es que tal vez haya algo en el núcleo familiar que esté causando el problema.

“No hay que olvidar que los niños y niñas, sin importar la edad que tengan, son muy receptivos a las proyecciones, inseguridades y miedos de los adultos”, puntualizó la editora de Caligrafix.

Por ende, también el que no quieran ir a clases pueda ser una reacción a estas emociones, “por eso es importante, que si sientes que no tienes control de la situación, tengas en claro que lo mejor es pedir ayuda profesional”, agrega la especialista.