El método Dunstan postula que hay cinco sonidos universales que emiten las guaguas justo antes de llorar y que pueden dar indicios de sus necesidades.
Saber qué quiere un bebé puede ser muy estresante para los padres, especialmente para los primerizos, que pueden llegar a desesperarse cuando no logran identificar qué le pasa a su guagua. Pero un método llamado Dunstan puede simplificar la tarea.
“¿Tendrá hambre?”, “¿le molestará el pañal?”, “¿tendrá frío?”, “¿querrá dormir?”, son dudas recurrentes cuando tienes en frente a un pequeño ser que aún no puede hablar.
No obstante, una cantante de ópera y experta en sonido italiana llamada Priscilla Dunstan logró identificar al menos cinco sonidos que universalmente emiten los bebés antes de los 3 meses frente a determinadas necesidades. Los resultados de su estudio fueron denominados como “Método Dunstan”.
El método Dunstan
El denominado “Método Dunstan” postula que hay un “lenguaje universal de los bebés” sin importar en qué país nazcan ni qué idioma hablen sus padres.
Si bien tu bebé no puede decirte lo que le pasa con palabras, puedes identificar sus necesidades si agudizas tu oído y descifras algunos sonidos.
Para llegar a los resultados, Priscilla Dunstan se valió de su buen oído y observó a varios bebés llorando, notando coincidencias en los sonidos que emitían justo antes de las lágrimas y con qué se calmaban.
En su estudio, la profesional identificó cinco sonidos que la mayoría de los bebés hacen justo antes de llorar. Estos son:
Neh = “¡Tengo hambre!”
Eh = “¡quiero eructar!” (y necesita que lo ayudes dándole palmaditas en la espalda)
Eairh o earggghh = tiene gases o necesidad de defecar
Je = físicamente incómodo (calor, frío o se siente húmedo)
Owh o oah = “Tengo sueño”.
La cuenta de Instagram sobre maternidad, Belleza Materna, mostró ejemplos de los sonidos para identificarlos mejor.
Lenguaje no verbal
El método Dunstan también considera el lenguaje corporal de los bebés. Por ejemplo, es importante observar los siguientes movimientos:
Rotación de cabeza de lado a lado: Puede que esté incómodo o sienta dolor.
Puño apretado: Puede ser señal de que tiene hambre.
Sacudidas de brazos: Puede estar sobresaltado o asustado.
Arqueo de espalda: Puede ser señal de dolor o incomodidad. Generalmente lo hacen cuando están hinchados o con cólicos. Los bebés de más de 2 meses también lo hacen cuando están cansados o incómodos.
Levantamiento de piernas: Si el bebé levanta las piernas y las lleva hacia el estómago puede que tenga gases o cólicos. Pero si lo hace estando feliz, es por juego.
¿Realmente funciona el método Dunstan?
De acuerdo al portal especializado Healthline, la evidencia al respecto tiene que ver principalmente con la experiencia de padres que han señalado que este método les ayudó a entender mejor a sus bebés.
No obstante, también hay algunos estudios. Una investigación realizada en Rumania analizó 65 grabaciones de bebés de todo el mundo, basándose en el método Dunstan. Descubrieron que el 89% de los sonidos se podían reconocer correctamente.
Otro estudio publicado en Journal of Physics, calificó sonidos de bebés según el método y señaló que la precisión fue de hasta 94,7%.
Asimismo, Healthline dice que “otro estudio clínico midió los niveles de estrés entre los nuevos padres. Los investigadores encontraron que los padres a los que se les enseñó el lenguaje infantil de Dunstan informaron niveles más bajos de estrés que un grupo de control que solo recibió instrucciones sobre las formas estándar de cuidar a un bebé recién nacido”.
“Los estudios encontraron que el mayor obstáculo para detectar los sonidos reflejos de los bebés es que el período de vocalización antes del llanto suele ser corto. Los padres deben estar presentes y muy atentos para poder captar las pistas antes de que se produzca un llanto”, indicaron.
Aunque se necesita más investigación al respecto, parece ser una herramienta útil para algunos padres. Además, de todas maneras con el tiempo la mayoría de los padres van identificando más fácilmente las necesidades del bebé.
El “hablar como guagua” parece ser universal
Por otro lado, cuando modificamos nuestra voz para hablarle a un bebé parece también ser algo universal.
De acuerdo a un estudio publicado en Nature Human Behavior, la forma en que los adultos modifican su tono de voz al hablar como ‘guagua’, sería igual en, al menos, 21 culturas distintas, por lo tanto, un niño de cualquiera de estas puede identificar que le hablan a él y no a un adulto.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores analizaron más de 52 mil registros fonéticos de 187 países.
Los adultos tienden a modificar la voz cuando cantan o hablan a un bebé, es lo que se conoce como “habla infantil” o “hablar como guagua” y se cree que favorece la comunicación.
Ese ritmo y entonación tiene rasgos similares en veintiuna culturas, por lo que puede tener una función común y evolucionada.
El “habla infantil” o “de los bebés” es más lento y cantarín y se ha demostrado que tiene un efecto tranquilizador en los niños, aunque aun las pruebas transculturales al respecto son limitadas.