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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

Experta advierte sobre riesgos de usar secadores de manos en baños públicos por su potencial contaminación bacteriana. Lucía Almagro explica que estos dispositivos pueden absorber y liberar bacterias, contaminando las manos nuevamente. Recomienda optar por toallas de papel, que han demostrado ser más higiénicas, o secar las manos al aire si no hay otra opción.

Por comodidad, o simplemente porque no hay papel, las personas optan por usar el secador de manos que se encuentra al interior de los baños públicos. Pero, aunque parezca una opción higiénica y práctica, no es la mejor alternativa.

Así lo advierte Lucía Almagro, biotecnóloga y divulgadora científica, en uno de sus vídeos de TikTok, donde explica por qué evita este tipo de dispositivos cuando va al baño, según consigna Europa Press.

A través de sus redes y bajo la dinámica de: “Cosas que intento evitar como científica en un baño público”, la experta comparte recomendaciones basadas en estudios científicos orientadas en que lo que parece limpio, y no siempre lo está.

Bacterias en el secador de manos

Según explica Almagro en el vídeo, los secadores pueden ser un transporte de contaminación.

“Existe evidencia científica que demuestra que son capaces de absorber las bacterias que hay en el entorno del baño, acumularlas en su interior y luego liberarlas por el chorro de aire”, señala.

Esto quiere decir que, aunque te hayas lavado bien las manos, al usar estos secadores puedes volver a contaminarlas rápidamente.

Además de esparcir bacterias, estos dispositivos también conservan en su interior un ambiente húmedo, ideal para el crecimiento microbiano, explica Almagro.

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no hace falta ser científica pero bueno Fuentes : Best, E L et al. “Microbiological comparison of hand-drying methods: the potential for contamination of the environment, user, and bystander.” The Journal of hospital infection vol. 88,4 (2014): 199-206. doi:10.1016/j.jhin.2014.08.002 Kimmitt, P T, and K F Redway. “Evaluation of the potential for virus dispersal during hand drying: a comparison of three methods.” Journal of applied microbiology vol. 120,2 (2016): 478-86. doi:10.1111/jam.13014 Huesca-Espitia, Luz Del Carmen et al. “Deposition of Bacteria and Bacterial Spores by Bathroom Hot-Air Hand Dryers.” Applied and environmental microbiology vol. 84,8 e00044-18. 2 Apr. 2018, doi:10.1128/AEM.00044-18 Huang, Cunrui et al. “The hygienic efficacy of different hand-drying methods: a review of the evidence.” Mayo Clinic proceedings vol. 87,8 (2012): 791-8. doi:10.1016/j.mayocp.2012.02.019

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¿Cuál es la mejor opción?

En ese sentido, tras la pregunta de cuál es la mejor opción para secar las manos, la biotecnóloga responde que las toallas de papel siguen siendo la mejor alternativa.

“Son las que han demostrado que más bacterias arrastran y mejor absorben la humedad”, explica, para luego agregar que sirven para abrir el pestillo o cerradura de la puerta, dos puntos donde también puede haber contaminación por contacto.

¿Y si no hay papel disponible? “La mejor opción siempre será secarlas al aire”, sostiene Almagro.