Las cortinas son el mejor amigo de una ventana, pero sin el cuidado indicado, pueden deteriorarse fácilmente. Por suerte, hay formas de evitar que se estropeen.

Las cortinas son una forma estupenda de suavizar la decoración y añadir un elemento de estilo. Si eliges las adecuadas, también pueden servir de filtro de luz y ayudarte a minimizar los costes de calefacción y refrigeración, ya que bloquean las corrientes de aire y aíslan la casa.

Ahora, sin importar el tipo de cortina que tengas, hay que cuidarlas para mantener su aspecto y funcionalidad. Estos sencillos consejos te ayudarán a que luzcan como nuevas.

1. Mantén las ventanas limpias

El primer paso para cuidar las cortinas es mantener las ventanas libres de residuos y suciedad. Es importante eliminar el polvo de los marcos de las ventanas y limpiar los cristales con regularidad, ya que estos contaminantes pueden acumularse en el tejido de las cortinas y hacer que se vean decoloradas o se manchen.

Asegúrate de aspirar el espacio que hay debajo de las cortinas, porque es probable que allí se acabe acumulando el polvo. Para obtener mejores resultados, utiliza un rodillo para pelusas o un paño electrostático para deshacerte de las partículas más resistentes antes de que se adhieran al tejido.

2. Familiarízate con el material

No es lo mismo una cortina de algodón que una cortina de poliéster, por ejemplo. La fibra es diferente, por lo que es necesario otro tipo de cuidado en cada caso.

Tanto el algodón como el poliéster pueden conservar bien los colores. Sin embargo, el algodón es susceptible al daño solar, por eso se destiñe rápidamente en condiciones de luz solar alta. Esto quiere decir que, si compras una cortina de algodón, tal vez prefieras ponerla en una ventana que no dé a poniente.

En el caso del poliéster, aunque es más resistente, toma en cuenta que el lavado debe hacerse con agua fría. El algodón, en cambio, puede soportar altas temperaturas.

3. Usa detergentes delicados

Es importante evitar los productos químicos agresivos, ya que pueden romper las fibras de los tejidos con el paso del tiempo y causar decoloración o transferencia de color a otros tejidos cercanos, incluyendo tu ropa.

De hecho, si quieres mantener tus cortinas como nuevas, hay muchos ingredientes naturales para la lavandería que no causarán ningún efecto secundario al tejido, incluyendo:

Bicarbonato de sodio: perfecto para remover malos olores.

Peróxido de hidrógeno al 3%: Una alternativa más ecológico que el blanqueador de cloro.

Sal de mesa: un inesperado aliado para remover las manchas.

4. Lava tus cortinas con cariño

Evita usar toallas u otros tejidos ásperos para limpiar tus cortinas durante el lavado, ya que esto hará que se rasguen. Si hay una mancha difícil de quitar, no restriegues demasiado con agua o jabón. Es preferible remojar la zona durante unos minutos para que la suciedad se ablande, y luego lavar la cortina.

Si necesitas ayuda para eliminar las manchas, prueba a utilizar un producto de limpieza natural como la sal de mesa o el vinagre blanco. El vinagre, tan económico y fácil de conseguir, sirve como blanqueador y no desgasta el tejido.

5. Ten cuidado con el planchado

A muchas personas les gusta planchar las cortinas para que tengan un aspecto más elegante. Si es tu caso, procura planchar siempre las cortinas por el reverso, nunca por encima de la tela. Así evitarás que se deterioren los elementos decorativos de la pintura y el tejido frontal que, al fin y al cabo, es la vida de una cortina.

A medida que las cortinas envejecen, pueden volverse opacas y poco atractivas. Pero, siguiendo estos consejos, podrás cuidarlas y prolongar su vida útil durante mucho tiempo.