Cocinar una salsa de tomate en casa, puede ser una tarea sencilla. No obstante, si quiere obtener un sabor único y similar al que te sirven en los restaurantes, debes perfeccionar tu técnica.

De este modo, para acompañar pastas o cocinar el relleno de una lasaña, debes considerar varios factores, como el tipo de tomate, la cocción, y los ingredientes que le aportarán otros sabores.

El tipo de tomate

Para preparar una buena salsa, es fundamental seleccionar una materia prima de buena calidad. Así lo destaca el chef español Paco García en el sitio El País, quien recomienda descartar “esos tomates que parecen de cartón y apostar por los de la temporada“. En este contexto, señala que debes preferir los que tengan mayor jugosidad y concentración de azúcares.

Asimismo, la chef Micaela Geminiani, no descarta preferir tomates pelados en conserva, ya que tienen poca acidez y funcionan muy bien al cocinarlos.

FreePiks
FreePiks

Trucos para cocinar la salsa

Una buena técnica de deshidratación a la hora de preparar la salsa, es partir por la mitad los tomates, y meterlos al horno por unos minutos. Esto provocará que pierdan agua, y los azúcares se concentren.

Otro truco revelado por los expertos, consisten en triturar dos veces los tomates. Primero por separado, antes de sofreírlos con el resto de los ingredientes y luego cuando ya estén en el fuego. Para esto, puedes utilizar un moledor de papas manual.

Posteriormente, el chef español Fernando Pérez, recomienda que la cocción de la salsa se haga “a fuego medio y despacito, para que se vayan juntando los sabores. Con unos 15 o 20 minutos bajando a fuego lento, la salsa estará perfecta”.

FreePiks
FreePiks

Ingredientes extras

Si bien el ajo y la cebolla son los ingredientes recomendados para acompañar la salsa, algunos chefs buscan otras alternativas. “Un poco de puerro, pimientos y zanahoria” para que haya más profundidad de sabor, recomienda el cocinero Enrique Medina.

Por otra parte, añadir trozos de carne o tocino durante unos minutos de la cocción, le aportarán un sabor ahumado a tu preparación, asegura el chef Juanfran Robles.

Las salsas más densas se utilizan como base para un guiso o para un sofrito, porque nos interesa que el sabor esté más concentrado. Sin embargo, las más líquidas son perfectas para un arroz a la cubana o como acompañamiento“, describe el cocinero José Manuel Miguel.

Pexels
Pexels

Toque dulce o picante

La mayoría de los chefs concuerdan en que la mejor salsa de tomate, debe incluir un toque dulce. En este contexto, la mayoría de las recetas recomiendan añadir una pizca de azúcar. Sin embargo, existen otras opciones.

Un poco de miel, le da un toque y una textura interesantes“, asegura el chef Álvaro González, mientras que Geminiani añade una ramita de canela a la preparación, para quede ligeramente dulce.

Si quieres enriquecer la salsa, también puedes añadir un “caldo de verduras y un poco de vino blanco”. Asimismo, algunas ramitas de tomillo le darán un toque ligeramente agridulce, “lo que la hace versátil, tanto para papas como para pescado”.

Para darle a tu preparación a un toque más “vivo”, el cocinero Víctor Camargo, recomienda hidratar dos ajíes secos y sofreírlos junto con la salsa. “Aportan poco picante, pero sí mucho sabor extra y un color rojo más vivo“, describe finalmente.