Si bien para muchos el último lugar donde quieren que les coqueteen es el gimnasio, para otros parece la oportunidad perfecta para hacerlo sin importar si las otras personas parecen no estar interesadas en este tipo de interacción.

Al menos esto es lo que le pasó a Avrey Ovard, una joven de 19 años, que como muchas otras personas fue al gimnasio para ejercitarse y tener un momento para sí misma, mientras documentaba el proceso. No obstante, su paz fue interrumpida por un insistente hombre de unos 40 años que a toda costa quería entablar conversación con ella para luego invitarla a salir, pese al claro desinterés de la chica.

Avrey compartió un video en TikTok -donde tiene más de 6,4 millones de seguidores- en el que se ve que está realizando estiramientos en una colchoneta mientras escucha música en su teléfono. De pronto, aparece un hombre que le pide que se quite los audífonos para hablar con ella y preguntarle si está grabando un video, a lo que ella responde “sí”. Él replica que “eso es cool”. Ella agradece y continúa en lo suyo.

Pasados 15 minutos, el sujeto vuelve a acercarse e interrumpirla para preguntarle su nombre y comienza a hablarle sin parar, siendo evidente el desinterés de ella, pues mira su teléfono para evadirlo y responde sólo con monosílabos.

No obstante, él sigue insistiendo y le pide su número para invitarla a cenar. “Lo siento, soy demasiado joven para ti”, dice Avrey, respuesta que no le cayó nada bien al hombre, quien le dijo: “¿Ah sí? Bueno, y yo soy demasiado rico para ti”.

Tras la incómoda interacción, el sujeto se va y la chica vuelve a mirar su teléfono. Una vez que ya se fue, ella observa a la cámara, afirmando que se quedó en “shock” con lo que le dijo el tipo.

En la secuencia, que acumula nada menos que 2,3 millones de visualizaciones en TikTok, la joven escribió: “Dejen a las mujeres en paz (en el gimnasio)”

Este breve video viral en realidad es parte de una secuencia más larga que la joven publicó en Youtube, llamada “Cómo transformé mi cuerpo”, donde la chica explica su proceso de transformación física, consignó La Vanguardia.

@avreyovard

for those who saw my YT vid lmao here’s this …. LEAVE WOMEN ALONE!!!! ##gym ##gymgirl ##PerfectMarcJacobs

♬ original sound – ave

En la versión extendida del video, la joven de 19 años señala que nunca antes le habían coqueteado en el gimnasio, y que para ella “literalmente, es el último lugar en el que querría que se me insinuaran”. “Hombres, dejen a las mujeres en paz en el gimnasio”, enfatizó.

El gimnasio no es el mejor lugar para coquetear

La profesora de Filosofía y decana de la Facultad de Artes de la Universidad de Guelph, Samantha Brennan, quien además es coautora del libro de Fit at Midlife: A Feminist Fitness Journey, se refirió al viral indicando que de por sí “el gimnasio es un entorno incómodo para mucha gente, pero especialmente para las mujeres y para quienes no encajan en las normas de género de la sociedad”.

“Como muchos de nosotros asociamos el fitness con el aspecto físico en lugar de con el rendimiento deportivo o la salud en general (un error en mi opinión), en los gimnasios se presta mucha atención al aspecto de nuestros cuerpos. La gente en el gimnasio escudriña su propio cuerpo y el de los demás”, plantea.

“Eso puede significar, para muchas mujeres, una atención no deseada. Existe la opinión errónea de que si estás en el gimnasio, quieres esa atención. Y muchas, o la mayoría de las mujeres, simplemente no la quieren”, añade, indicando que “todos necesitamos espacios para hacer ejercicio en los que no se nos observe por nuestro aspecto. Muchas actividades físicas no son bonitas ni elegantes. Las mujeres atletas a menudo se reprimen porque no quieren ser vistas sudorosas o sin aliento”.

Brennan dijo además que “muchas prendas deportivas se ajustan a la forma por razones de rendimiento. Piensa en los enteritos que llevan los remeros o en los trajes de piel que llevan los ciclistas de pista. Incluso en un gimnasio normal, puede ser que lleves ropa que no usarías normalmente”.

En este sentido, la experta llama a ser respetuoso en este lugar donde muchos no se sienten cómodos y ser acechado puede hacerlo más incómodo aún.