Tres años antes de viajar a la Luna, Neil Armstrong visitó Chile en una gira que trajo varias anécdotas sobre el famoso astronauta que cambió la historia de la humanidad.

A lo largo de nuestra historia, el sorbo de chicha en ‘cacho’ es una muestra de hospitalidad frente a un invitado de honor, y uno que degustó el brebaje patriótico fue el astronauta Neil Armstrong.

Esta singular historia ocurrió el 27 de octubre de 1966, cuando el estadounidense estuvo durante cuatro días en el país, y a tres años de pisar suelo lunar y consagrarse con su célebre discurso: “Un pequeño paso para el hombre, un gran paso para la humanidad”.

Tanto Armstrong y su colega Richard Gordon, quien formó parte de la tripulación del Apolo XII, se codearon con autoridades de la época como el presidente Eduardo Frei Montalva, además, asistieron a un repleto Estadio Nacional, para ver por unos momentos un partido de Colo-Colo.

¿Qué hizo Armstrong para que su visita fuera tan memorable y dejara una buena impresión que se recuerda hasta el día de hoy?.

“Sonrientes y derrochando simpatía”

Ambos astronautas habían cumplido un extenuante entrenamiento, siendo Armstrong el personaje que captó la atención del público, pues en marzo de 1966, había realizado el primer acoplamiento en la órbita de la Tierra, en el marco de probar la tecnología que iba a llevar a la humanidad a la Luna.

Dentro de sus habilidades, se encontraba ser un avezado piloto que pudo estabilizar la nave Gemini VIII que realizó bruscos giros durante una prueba y poder “amarizar” de emergencia en el océano. De esta forma, Armstrong se convirtió en la cara visible de Estados Unidos en el mundo.

Y así, las personalidades llegaron al aeródromo Los Cerrillos, “sonrientes y derrochando simpatía”, consignó una nota de El Mercurio.

Con una delegación compuesta por sus esposas, y el embajador de los Estados Unidos Ralph A. Dungan y el director adjunto del Centro de Naves Espaciales Tripuladas por la NASA, George Low, la visita fue todo un suceso.

De acuerdo con las imágenes de archivo recuperadas por la Universidad de Santiago, Armstrong y Gordon, concitaron la atención de cientos de niños. Justamente, los hombres fueron tratados como héroes por los escolares, quienes les pidieron autógrafos.

Pero la verdadera algarabía ocurrió cuando los astronautas pasearon a bordo de un automóvil descapotable por la Alameda Bernardo O’Higgins, al frente del palacio de La Moneda.

En el lugar, una multitud rompió el cerco de seguridad para darle la mano a Armstrong, que parecía disfrutar el ambiente que se vivía en las calles de la capital.

El encuentro entre Neil Armstrong y Frei Montalva

Pero, ¿qué dijo Armstrong durante su corta visita?. En las conversaciones con la prensa nacional, entregó detalles inéditos sobre los efectos que causaba flotar en el espacio. “Es algo parecido a estar sumergido en el agua. Es una sensación muy extraña y muy difícil de explicar”, mencionó a los periodistas.

También la visita oficial, contempló una audiencia con el presidente de entonces, Eduardo Frei Montalva, que atendió a Armstrong y Gordon en su casa de la calle Hindenburg.

Neil Armstrong junto a Eduardo Frei

En la instancia, los estadounidenses hicieron dos regalos; uno con la imagen de la nave Gemini VIII, que piloteó Neil y que salvó en un último minuto, y el segundo obsequio, una fotografía a color de Chile tomada desde el cielo.

Por otra parte, la comitiva sorprendió con otro gesto, ya que el presidente de Estados Unidos, Lyndon Johnson, envió una carta a través de los astronautas. “Esta visita me da una oportunidad para expresarle nuestro profundo agradecimiento por la valiosa cooperación que el Gobierno de Chile ha otorgado a nuestros esfuerzos para la exploración espacial”, expresó la misiva.

Porque resulta que Chile aportó a la epopeya científica con dos estaciones de rastreo satelital en Antofagasta y Peldehue, que permitieron entregar los datos para explorar el espacio exterior.

Sin embargo, el lazo con el presidente Frei prosiguió unos años más tarde, puesto que Richard Gordon, junto a los astronautas Alan Bean y Charles Conrad, le entregaron al mandatario una esfera que en su interior contenía cuatro piedras lunares, recolectadas en la misión de Neil Armstrong, Edwin Aldrin y Michael Collins, que pueden ser vistas en la sala de condecoraciones de la Casa Museo Eduardo Frei Montalva, en la comuna de Providencia, en el marco de su exhibición permanente.

Chicha en cacho y la ovación de 50 mil almas

Durante ese día, en un ambiente distendido, la delegación encabezada por Neil Armstrong, se dirigió a la plaza de Colina, donde fueron agazajados por el alcalde Rigoberto Fontt. Ahí mismo, los recibió una docena de huasos a caballo, que le hicieron entrega a los pioneros espaciales de la chica en cacho que tomaron “al seco”.

Según el portal Emol, los tripulantes recibieron unas espuelas de regalo. “Con estas podremos avanzar más rápido en las cápsulas”, afirmó Richard Gordon, provocando el aplauso del improvisado público.

Igualmente, según recoge la prensa de la época, Armstrong sobrevoló los cerros Manquehue y San Ramón piloteando un planeador Blanik CC-K8W.

Y por si fuera poco, 50.000 personas en el Estadio Nacional, ovacionaron a los miembros de la NASA durante un partido entre Colo-Colo y Ferrobádminton, que ganaron los albos por seis a uno.

Neil Armstrong en el Estadio Nacional

De acuerdo a una crónica escrita por Julio Martínez en la Revista Estadio, se trató de un “simpático el recibimiento tributado a los astronautas. Prescindiendo de cualquier razón ideológica o el menor sentimiento político el público ovacionó a los triunfadores del espacio a su vuelta en coche descubierto por la pista de ceniza, premiándolos por su hazaña”.

La otra visita de Neil Armstrong

A raíz del lanzamiento de la última edición de Microsoft, Neil Armstrong vino a Chile en el año 2000, para realizar una conferencia en Casa Piedra. Y una persona que fue testigo privilegiado de esa segunda visita es Klaus von Storch, piloto de guerra y aspirante a astronauta, que acompañó a Armstrong durante su estadía en el país.

Neil Armstrong y Klaus von Storch

En ese sentido, von Storch reconoció que Neil Armstrong era un hombre “cercano, abierto y sensible”, afirmó en una entrevista a CNN Chile. Aunque reconoció que tenía “una coraza hacia los periodistas”.

Al respecto, sobre sus acciones durante el alunizaje, von Storch expresó que Armstrong había sido un piloto cauteloso y que manejaba con soltura los momentos de crisis. “Él siempre se bajaba el perfil”, sostuvo al medio chileno.

Si bien el primer hombre que pisó la Luna era un hombre en extremo reservado, la inolvidable visita que hizo en 1966, lo mostró en una faceta totalmente distinta, pues estuvo cercano a la gente y se atrevió a tomar chicha en cacho, siendo un “derroche de simpatía”, como recogió la prensa de la época.