En medio de Hamburgo, Alemania, a metros del Zollkanal se ubica, como un crucero encallado, la Chilehaus, o la "Casa de Chile" creada por el empresario Henry Sloman, en honor al país que en 2015 fue declarado Sitio de Patrimonio Mundial por la Unesco.

De la combinación de las palabras Chile y haus (“casa” en el idioma alemán) recibe su nombre un popular y concurrido edificio ubicado en la ciudad portuaria de Alemania, Hamburgo, a pocos metros del Zollkanal, en la calle Fischertwiete.

Pese a que para los alemanes este puede ser una más de las edificaciones de ladrillo rojo que habitan el centro de la ciudad, lo cierto es que para nuestro país la historia detrás de él es mucho más profunda.

Con su forma de barco, en 2015 la Chilehaus (La casa de Chile) fue nombrada Sitio de Patrimonio Mundial por la Unesco, esto después de ser construida hace poco más de 100 años.

Chilehaus: el “barco” chileno en medio de Hamburgo

El edificio mandado a construir por el empresario salitrero alemán Henry Sloman en 1922, tiene una entrada con forma de proa que se ubica en la esquina -literalmente- de las calles Pumpen y Niedernstrasse de Hamburgo y lleva como adorno en su fachada nada menos que el escudo nacional, con el cóndor y el huemul escoltando el escudo nacional.

Pese a que no tiene las características usuales de un edificio de oficinas, en sus 10 pisos la Chilehaus funciona como un complejo de comercio que además alberga a la embajada chilena en el país germano.

Con su color cobre, el edificio se convirtió en un integrante más del centro neurálgico de la economía de la ciudad, además de ser un ejemplo del movimiento arquitectónico conocido como “Expresionismo en ladrillo” de la década de 1920, de acuerdo a Servicio Nacional del Patrimonio Cultural nacional.

Gracias a su gran cantidad de ventanas e iluminación, la Chilehaus luce como un crucero encallado en la mitad de la ciudad a la espera de sus pasajeros. Sin embargo, su razón de existir es un homenaje en honor al país del empresario Alemán.

@rodra.rodra El Edificio Chilehaus de Hamburgo #hamburgo #casadechile ♬ sonido original – Rodra

¿Quién fue Henry Sloman?

Henry Sloman era un cerrajero alemán que llegó a Chile cerca del 1870 directamente a Cabo de Hornos, donde se embarcó por dos meses para llegar a la ciudad de Tocopilla, en la región de Antofagasta.

Ahí se desempeñó como trabajador de las salitreras, según relata su bisnieta Irmelin Sloman a través de su blog “La travesía del salitre”. Años más tarde, mediante un crédito, construyó la primera de sus cinco plantas salitreras.

De esta forma se convirtió en administrador de las empresas de “oro blanco” Folch y Martín en Tarapacá, así como las salitreras “Buena Esperanza”, “Empresa”, “Grutas”, “Diana”, “Prosperidad”, y “Rica Aventura” en Antofagasta, de acuerdo al sitio web de Monumentos Nacionales.

Fue tal la fortuna que acumuló el empresario alemán en el norte del país, que también se convirtió en el dueño del Tranque Sloman, encargado de proveer de agua a los pueblos aledaños y a las propias salitreras. Sin embargo, en esa época también era utilizado como una hidroeléctrica para suministrar electricidad a las oficinas salitreras.

Después de vivir por tres décadas en el desierto más árido del mundo, el hombre regresó a Alemania, donde con su acaudalada fortuna mandó a construir el magno edificio en Hamburgo en homenaje a Chile.

Expresionismo en ladrillo

El edificio, que fue diseñado por el arquitecto Fritz Höger, tomó dos años para construirse, desde 1922 a 1924. Pese a que fue un periodo corto, la pieza arquitectónica se convirtió en un referente vanguardista del Expresionismo en ladrillo.

Tal como explica el periódico nacional, La Tercera, se construyó pensando en posibles inundaciones, dada la cercanía del río Elbe. Sumado a esto, el lugar de la construcción era difícil y poco estable, por lo que el constructor tuvo que cimentarlo sobre pilares de concreto reforzado de 16 metros de profundidad.

La Chilehaus se distribuye en 6.000 metros cuadrados y cuenta con poco más de 4.8 millones de ladrillos Oldenburg, acompañados de esculturas en las escaleras y la fachada del escultor Richard Kuöhl.