La península de Baja California sur, México, tiene una playa cuyo nombre es poco conocido en las latitudes donde se origina su gentilicio. El chileno promedio no sabe, probablemente, de su existencia. Sin embargo, quienes sí la conocen, opinan que se trata de un paraíso que permite (al menos hasta antes de la pandemia) relajarse en toda la extensión de su playa.
“El Chileno”, es una playa ubicada entre otras como Cabo San Lucas, Bahía Santa María, Bahía el Bledito, Punta Palmilla, Los Cabos y la Costa Azul (Océano Pacífico). Como mérito, digno de adoptar, ha recibido la certificación Blue Flag, como una de las playas más limpias.
Esta zona, pasó por un momento de gloria y mayor popularidad hace más de tres décadas, cuando contaba con su propia pista de aterrizaje y un ostentoso hotel que operaba solo en invierno, contra todos los pronósticos de lo que suele ser una visita al océano.
El común denominador de quienes la visitan, es preguntar a los locales ¿Por qué la llaman “El Chileno”? ¿Cuál es la historia que dio paso a tal bautizo en esta franja costera?
Importante es señalar que, entre sus atributos, es ser una de las mejores para practicar un tranquilo snorkel y nadar, además de descansar en sus amarillentas arenas para más tarde recorrer la hermosa bahía con restaurantes y otros servicios turísticos.
Durante el verano, o mientras el invierno no arriba, los ocupantes de enormes toallas y sombrillas no se desviven por la respuesta a cerca de su nombre. Pero, cuando un turista la busca, hay variedad de teorías y salen de una publicidad “boca a boca” que hacen sus habitantes, o de las investigaciones de reconocidos historiadores locales.
Un chileno, preguntando el origen de “El Chileno”
Sería imposible nombrar cada nacionalidad que se aventura a visitar Los Cabos, en Baja California Sur y, por extensión, quiénes son los más interesados en conocer el origen de la playa “El Chileno”.
Un portador del gentilicio, de visita en estas costas, tuvo la duda natural de porqué fue bautizada de esa forma: “Manejando a Cabo San Lucas, vimos una playa que se llama ‘El Chileno’ y fuimos a ver”.
Cristián Orellana, contó a BioBioChile de la respuesta de uno de los locales al llegar a la zona. Motivado por su viaje, y por una breve explicación del asunto, tomó varias fotografías y las publicó en sus redes sociales.
Antes que surgiera el origen del nombre, otros chilenos le preguntaban si averiguó la razón de este.
“El salvavidas de la playa nos contó que antes vivía un chileno en el sector y la gente del lugar decía ‘vamos donde el chileno’ para decir que querían ir a esa playa”.
Ese chileno, según un blog especializado en historia, no era uno de nacimiento, sino, de adopción. Un nombre que se extiende y menciona, cada que la nomenclatura de las calles chilenas lo demanda. Así nace una de las teorías del porqué el nombre de esta playa.
La llegada de Lord Cochrane que habría dado paso a “El Chileno”
Explorando a cerca de los orígenes de esta playa, BioBioChile dio con el blog El Bable. Su autor es Benjamín Arredondo, quien, hace más de una década, recaba información e imágenes heredadas por la historia, arte y tradiciones de su natal México.
“El Chileno: Por Los Cabos pasó un chileno que más bien era inglés”, es el título del escrito que da paso a la explicación concreta de “El Chileno”.
En una visita al lugar y luego de ver la placa de inauguración del gobierno mexicano, a Arredondo lo asaltó la misma duda de por qué la playa fue llamada así.
“Tuvieron que pasar algunos años y varios libros para saber la razón, el primero fue Fernando Jordán, en su Otro México, el que me dio a conocer el nombre de un chileno, que más bien fue inglés y que no pudo llegar a la Baja California pero dos de sus naves sí. Lord Cochrane”.
El historiador bloguero, explica que había pasado poco desde que su país gritaba la independencia el 16 de septiembre de 1810.
Para esas fechas, la armada chilena contrató a Lord Cochrane quien emprendió un viaje hacia tierras mexicanas con la misión de destruir lo que quedara de la naval de España.
Baja California era una zona deshabitada y un blanco vulnerable. 1820 marcó el inicio de la independencia de algunos países centroamericanos. Para 1822, corría peligro de ser arrebatada por los entusiastas independentistas.
Cochrane llegó a Acapulco a bordo de las naves Independencia y el Araucano, esperando ser recibido por Agustín de Iturbide, emperador de México entre 1822 y 1823. No lo consiguió y emprendió la retirada porque recibió informes del incremento de naves españolas.
Antes, decidió pasar por Baja California. Envío a sus hombres a aprovisionarse, tras informar a la armada chilena de su retorno. Sin embargo, no fue por las buenas, según el relato en El Bable.
“Conocedor de la historia, Cochrane sabía que en la Baja California, había asentamientos fundados por los jesuitas y allí se podrían abastecer, se enfila a Loreto llegando primero a las costas de San José del Cabo, en donde desembarca, el 17 de Febrero de 1822, es repudiado por uno de los varios héroes desconocidos, de los que no nos queda ni el recuerdo siquiera: Fernando de la Toba. Los enviados de Lord Cochrane hacen saqueos en la zona, siguen a Loreto en donde también los realizan y regresa a Chile, en donde es recibido como héroe”, según este blog de historia. De ahí, esta teoría del nombre de la bahía.
¿Piratas en Chile y llegando hasta México?
Cristián Orellana, el visitante chileno a la playa, no quedó conforme con lo dicho por su fuente en terreno. Se adentró a la profundidad de la web donde yacen todo tipo de explicaciones, incluso, una que tiene que ver con piratas.
“Recibió su nombre de los piratas chilenos que durante los siglos XVI y XVII utilizaron las tranquilas y ocultas aguas de la cala para esperar a los españoles cargados de oro. galeones en ruta desde Filipinas a Acapulco”, reza la publicación de Jon Rizzi, en el sitio coloradoavidgolfer.com
Hasta ese tramo navegado, sonaba a leyenda marina. No obstante, la existencia de piratas chilenos ha sido replicada por una fuente conocida.
Mar de Chile es una fundación de ex oficiales de la Armada de Chile. En su página oficial se puede leer la historia de “El primer pirata chileno”.
“El Chango Moreno”, nació en Valparaíso. Su madre lo trajo al mundo en una nave. A los 17 años, se embarcó con un inglés, con el fin de ser marinero. La leyenda cuenta que el joven salvó la vida a Mr. Kirk cuando un fiero pirata quiso apuñalarlo. De ahí, se ganó su confianza y este lo recomendó con James Broock, bajo el mando del cual navegó, enfrentándose a embarcaciones españolas.
“Y el Chango Moreno quedó matriculado en la bitácora de las navegaciones. En la cubierta del galeón fue presentado al contramaestre que era un gigante, nada menos que el hombre que él había abatido aquella noche en el bar. Pero lo recibió sin rencor, simplemente le dijo: ‘Hombres como tú necesitamos a bordo’. Y le estrechó la mano”.
Años más tarde, el chileno volvió a Valparaíso, a bordo de la que era su nave “La Niña”. Los españoles, conocedores de sus hazañas, lo esperaban. Hubo disparo hacia la embarcación del Chango Moreno, pero la detonación que salió por orden de este, fue tan certera que destruyó el enorme bote enemigo. No obstante, cuando la tripulación celebraba su triunfante arribo a Valparaíso, su capitán estaba agonizando en el suelo, alcanzado por el disparo español hacia la cubierta.
Las últimas palabras del Chango Moreno, según el relato que atesoran en Valparaíso a través de los tiempos, fueron: ¡Tenemos patria!
Y los chilenos, que visitan Baja California, no en plan de conquista, sino de visita, pueden asegurar también: ¡Tenemos playa!
