Medios en Estados Unidos dieron cuenta de una dura noticia al informar la muerte de David Pruitt, un niño de siete años que se infectó por la extraña “Ameba Come-cerebros” mientras nadaba en un lago en el norte de California en julio pasado.

Crystal Hayley, tía del menor de edad, indicó al medio Los Ángeles Times que sólo dos días después su sobrino comenzó con un insoportable dolor de cabeza, por el cual fue llevado hasta un hospital en Los Angeles.

Rápidamente los médicos le diagnosticaron meningoencefalitis amebiana primaria, enfermedad causada por la ameba Naegleria Fowleri.

No obstante, el pasado 30 de julio los especialistas decidieron trasladarlo hasta el Centro Médico de la Universidad de California en Davis (Texas), debido a que los síntomas habían empeorado.

Allí estuvo internado una semana, hasta que el 7 de agosto falleció debido a complicaciones generadas por la enfermedad, sumamente extraña y grave.

Clínica Mayo

Luego de unos días, la familia decidió iniciar una campaña a través de la página de internet GoFundme, con el objetivo de recaudar fondos que permitan costear la hospitalización que tuvo el menor.

“Estamos tristes y con el corazón roto al informar que nuestro dulce y pequeño David falleció. Ahora está en los brazos amorosos de nuestro Señor y de los miembros de la familia que han pasado antes que él. Nos regocijamos al saber que ya no siente dolor y que está en la mejor de las atenciones”, indicaron brevemente.

La ameba Naegleria fowleri suele estar presente en el agua que se encuentra estancada y expuesta a altas temperaturas (sobre los 30 grados celius).

El contagio no se produce cuando la persona bebe de esta agua; éste se hace efectivo cuando el líquido penetra por medio de la nariz, cuyos canales pueden llevarla hasta el cerebro, donde destruye tejidos.

En este sentido, los síntomas comienzan a manifestarse en un plazo de 1 a 2 semanas. Usualmente, su primera manifestación es un cambio en el olfato o el gusto. Posteriormente, la persona puede experimentar dolores de cabeza, rigidez de nuca, fotosensibilidad, náuseas y vómitos.

“Las personas afectadas desarrollan confusión y somnolencia y sufren convulsiones. La infección progresa rápidamente, causando la muerte en un plazo aproximado de 10 días”, explicó el portal de los Manuales MSD.