La detección de la bacteria legionella en Argentina los últimos días ya se ha cobrado la vida de seis personas, mientras otros trece casos continúan en seguimiento. Por ello, ahora, un neumólogo entrega un sencillo truco para evitar el contagio.

El brote de la bacteria legionella que golpea a Argentina para el lunes ya registraba 6 muertos a causa de la neumonía bilateral que provoca su infección, de acuerdo a EFE. Al mismo tiempo, otras 13 personas se han visto afectadas, casos que continúan en seguimiento.

A pesar de que este no es el primer brote de la bacteria en el mundo, los síntomas que ha provocado en los pacientes son variados. Mientras unos se encuentran en recuperación en sus hogares, otros incluso han necesito de respiradores mecánicos.

Por ello, rápidamente la comunidad y los científicos comenzaron a teorizar sobre sí se trataba de una nueva variante del Covid, o si la razón detrás de estos síntomas era otra.

De hecho, en Alemania hubo reacciones de alivio. El ministro federal de Sanidad, Karl Lauterbach (SPD) tuiteó: “No hay una nueva pandemia. Eso nos habría faltado”. Lauterbach reaccionó así a un tuit del infectólogo alemán Leif Erik Sander, que también expresó su alivio por el hecho de que el brote se debiera a la legionella. “No hay peligro de pandemia”, declaró Sander. ¿Así que no hay razón para preocuparse?

¿Dónde se encuentra la legionella?

“Las legionellas pueden formarse en un determinado ambiente de agua y luego infectar a las personas. Y estas personas también pueden enfermar gravemente. Así que ciertamente son patógenos que hay que tomar en serio, pero no suponen un peligro de pandemia o epidemia, porque no se propagan de persona a persona”, afirma Felix Drexler, virólogo de la Clínica Universitaria Charité de Berlín en entrevista con DW.

Pero aunque no sea contagiosa, la enfermedad de la legionella es un tipo de neumonía atípica muy grave, con fiebre e infección pulmonar aguda. La bacteria se transmite por vía inhalatoria a través del agua o aire acondicionado.

El virólogo alemán, consejero científico de amplia experiencia en América Latina, no se muestra muy sorprendido sobre la causa del brote en Tucumán: “Estas cosas pueden pasar en clínicas. Es un problema que surge una y otra vez en todo el mundo”, sostiene el virólogo de la Charité, uno de los hospitales más grandes de Europa.

En 2020, se registraron en Alemania, según el Instituto Robert Koch, un total de 1.281 casos de legionella. La tasa de letalidad fue del 4,8%. En agosto de 2013, la ciudad de Warstein sufrió uno de los mayores brote, jamás visto en Alemania. 159 personas enfermaron y dos murieron.

¿Cómo se contrae la bacteria?

Pero, ¿qué se hace en los hospitales para evitar el riesgo de infección con legionella? “En todos los hospitales de Alemania hay controles y un departamento de higiene que se encarga de que no ocurra algo así”, dice el neumólogo Wolfram Windisch.

Windisch es vicepresidente de la Sociedad Alemana de Neumología y explica las características de la legionella: “Se trata, por decir así, de un germen del agua que está en todas partes donde hay agua”, comienza explicando.

“Y el problema es que mientras están en el agua, en realidad no son un problema tan grande. Pero si el agua se convierte en un aerosol, entonces estas bacterias son inhaladas. Y si eso ocurre en dosis altas, entonces uno puede contraer la enfermedad”, detalló.

El truco para evitarla

El neumólogo ofrece una recomendación práctica para la vida diaria: dejar correr el agua de la ducha durante algunos minutos tras unas vacaciones largas o en hoteles y apartamentos donde se podría haber estancado el agua por demasiado tiempo.

“Es el clásico. El peligro está en la propia ducha en casa o en la de un hotel, donde el agua no corrió por mucho tiempo y quedó estancada en las tuberías. Vuelves de tus vacaciones tras algunas semanas, abres la ducha, respiras felizmente el agua que te rodea y ya te contagiaste”, cuenta Windisch con un guiño.

El experto confiesa que él mismo toma una medida muy simple tras largas vacaciones o una larga ausencia de casa: “Estas bacterias prefieren temperaturas entre 20 y 50 grados. Eso significa que dejo correr la ducha a temperatura alta por algunos minutos y abro la ventana. Con temperaturas sobre 50 o 55 grados se eliminan las bacterias y luego ya no te puedes infectar con legionella”.