Wings For Life World Run, corrida benéfica que se realiza al mismo tiempo en más 150 países, logró reunir a más de 206 participantes. El 100% de las ganancias de sus inscripciones, correspondientes a 5,8 millones de euros, que corresponden a más de $5 mil millones de pesos chilenos, fueron donadas a investigaciones que buscan la cura para las lesiones de la médula espinal.

El pasado 7 de mayo se llevó a cabo la décima versión de Wings For Life World Run, corrida benéfica global que dona el total del dinero recaudado a distintas investigaciones que buscan encontrar una cura a las lesiones de médula espinal.

En la jornada, 206.728 personas corrieron “por los que no pueden”, al mismo tiempo en más de 150 países, recolectando a través de su inscripción un total de €5,8 millones de euros, que corresponden a más de $5 millones de pesos.

Los Récords que dejó la corrida benéfica

En Chile, la carrera se realizó a las 7 a.m. a través de una app que permitió que se realizar el recorrido en cualquier parte del país, hasta que el Chaser Car, un auto virtual que aparecía online 30 minutos después del inicio, los atrapara.

En la categoría femenina, la victoria se la llevó Camila Llübert, quien corrió sin parar durante 20,75km. En hombres, fue Jorge Llancaqueo quien corrió por más kilómetros, con unos 41,51km.

A nivel global, Japón y Polonia se llevaron la corona de la carrera. Jo Fukuda, campeón del año pasado, se quedó con el primer lugar global habiendo mantenido a raya el Catcher Car por 69,01km.

En mujeres, la polaca Kasia Szkoda logró su primera victoria, con 55,07km avanzados, superando su 5º lugar en 2022. En tanto, 14.505 corredores lograron la distancia de media maratón, y sobre 300 una maratón completa.

India fue el país que registró las más altas temperaturas, con 39ºC en la ciudad de Ahmedabad. Al contrario, Calgary, en Canadá, tuvo la carrera más helada, con 5ºC.

Proyectos que ha apoyado Wings For Life World Run

A lo largo de la historia de Wings For Life- fundación tras la corrida- se han financiado 276 proyectos han sido financiados por la fundación.

Hoy en día, existen siete proyectos, centrados principalmente en la regeneración, reconstrucción y tratamiento de daños secundarios producidos por el trauma.

Uno de ellos, impulsado por la Universidad de Tel Aviv (Israel), apuesta por reducir la concentración de glutamato tóxico y el daño generado al momento de la lesión.

Entre estos, existe otro proyecto empujado por la Universidad de Washington (Estados Unidos), que utiliza la estimulación eléctrica de la médula espinal a nivel del cuello, logrando mejoras en la función de las manos de múltiples pacientes.

Otros avances se han hecho en Italia, a través de la estimulación al crecimiento de nervios utilizando campos magnéticos, y en Australia, mediante el entrenamiento motor temprano de alta intensidad, que estimula la plasticidad de la médula espinal, siendo actualmente la terapia más prometedora.